ALTO DEL FITO - PICO PIENZU - TEJEDA DEL SUEVE - LOROÑE
DISTANCIA TOTAL: 12 KILÓMETROS
DESNIVEL ACUMULADO: SUBIDA 700 M. - BAJADA 1.100 M.
NOTA: Se trata de un recorrido en travesía en el que dejaremos un vehículo en el Fito y otro en las cercanías de Mina Emilio en Loroñe. Existe la opción de hacer un circuito precioso subiendo desde la zona de la mina hasta Bustacu a través del hayedo de la Viescona.
El ascenso desde Bustaco hasta la cumbrera del Sueve no es del todo aconsejable, ya que se llega a un punto que no existe sendero y hay que trepar por un terreno algo complicado. El descenso por la tejeda del Sueve es complicado en caso de niebla, a partir del foyu de Les Ortigues es fundamental dar con el sendero de descenso ya que sino nos toparemos con zonas de vegetación impenetrable.
TRACK DEL RECORRIDO
TRAMO 1: ALTO DEL FITO - BUSTACU - PICO LES DUERMES - PICO PIENZU
La ruta comienza en el aparcamiento del Mirador del Fito, desde donde parte un sendero (PR AS-71) que nos llevará a través de un pinar y, en leve ascensión, hasta las cercanías de un antiguo refugio hoy transformado en un centro de interpretación de la flora y fauna del Sueve. Desde aquí tenemos unas inmejorables vistas sobre la zona costera
Giramos a nuestra izquierda para seguir en dirección suroeste por la amplia cimera donde iremos subiendo pequeñas elevaciones como la Peña Pueres, mientras damos vista a las elevaciónes principales de esta Sierra del Sueve y entre ellas y nosotros la depresión en la que se encuentra el hayedo de la Viescona.
A nuestra izquierda tendremos una vista privilegiada sobre los valles parragueses cubiertos por la niebla matinal.
Seguimos comodamente por la cumbrera faldeando por la cara sur la pequeña elevación del Palomberu (671 m.). La siguiente elevación que en este caso rodearemos por su vertiente norte es el Canto la Teya (728m.) que vemos en la foto, en la collada se encuentran las ruinas de las Cabañas de Amor.
Trás rodear el Canto la Teya llegamos a las amplias y hermosas praderías de la majada Bustaco (670 m.) El sendero atraviesa las praderas y pasa por la derecha de las ruinas de la majada. El ascenso habital a la cumbre del Pienzu sería a través de la clara vallina que arranca desde Bustaco a través de un ancho camino que asciende por su derecha arrimado a los contrafuertes de la sierra. Sin embargo nosotros probaremos otra variente de ascensión.
Trás superar las ruinas de la majada y a la derecha del camino, existe una buena fuente donde aprovisionarnos de agua (será el último punto de agua que encontraremos en el día de hoy). Desde aquí vemos la ascensión que realizaremos a lo alto de la sierra . Senderos de ganado nos guiaron a esa pequeña mancha boscosa situada a la derecha de la foto, sin embargo en ese punto desaparece todo rastro de senda y el resto de ascensión se complica bastante. Quizá la mejor opción hubiera sido subir más directamente desde la fuente.
En la foto vemos este tramo más complicado que he mencionado antes trás superar la zona boscosa, fue necesario realizar algun paso de trepada en un tramo de caliza muy afilada mezclada con mucha vegetación que dificultaba más la busqueda de los mejores pasos para ascender.
Las vistas desde este punto sobre el hayedo de la Viescona y sobre el cordal por el que avanzamos desde el Alto del Fito son inmejorables.
Muy abajo las praderías de Bustaco.
Al salir de esta zona más complicada nos encontramos con un importante murallón calizo, se trata de la vertiente suroriental del pico Sellón, donde parecen anidar algunas parejas de buitres. Entre este murallón y nosotros una auténtica selva de cotollas.
No obstante existe una clara vira herbosa que dejando la cumbre del Sellón a nuestra derecha nos alza hasta la cumbrera de la sierra.
Así llegamos a lo alto de la sierra en un paisaje más suave y cubierto de praderías
Giramos en dirección oeste para recorrer toda la zona cumbrera en busca de su punto culminante: el Pienzu, pasando primero junto a la pequeña elevación del Pico Les Duermes en cuya cumbre existe una visible antena.
Desde las proximidades de esta cumbre miramos hacia atrás y vemos la parte más septentrional de la Sierra del Sueve con el Pico Sellón en primer término cuya perspectiva desde aquí es muy diferente de la agreste cara suroriental que vimos en la ascensión.
Desde las proximidades de esta cumbre miramos hacia atrás y vemos la parte más septentrional de la Sierra del Sueve con el Pico Sellón en primer término cuya perspectiva desde aquí es muy diferente de la agreste cara suroriental que vimos en la ascensión.
Soslayando la cumbre del Picu Les Duernes damos vista a nuestra ascensión de hoy: El Pienzu.
En sus laderas es facil ver pastar a caballos asturcones.
El asturcón es un animal «que poco a poco se está integrando en la sociedad como una raza doméstica». Este caballo de pequeño tamaño, adaptado a su tradicional modo de vida en los montes de la región, vive un momento de recuperación después de que hace 30 años estuviese a punto de desaparecer. «En los años 80 había 27 ejemplares en Asturias, la mayoría en la sierra del Sueve, y a día de hoy son más de 2.000 . A pesar de continuar en peligro de extinción se están llevando a cabo medidas para la supervivencia de esta especie, que es todo un símbolo del Principado, y que pasa por la integración del asturcón en la vida doméstica.
Hace poco se ha inaugurado el centro para la sostenibilidad, cría y fomento del poni de raza asturcón que pretende, en primer lugar, llevar un control exhaustivo de los nacimientos para comprobar que son de raza pura e inscribirlos en el árbol genealógico.
Alcanzamos la cumbre del Pienzu (1.160 m.) presidido por una gran cruz metálica de 16 metros de altura, instalada aquí en 1.955 en sustitución de otra anterior de madera, y que sirve de referencia tanto desde la costa como desde el interior. También hay una caseta de Protección Civil con sus correspondientes antenas un Índice Geodésico y el oportuno buzón de cumbres.
En el día de hoy es un autentico hormiguero de personas....
En el día de hoy es un autentico hormiguero de personas....
Ahora toca disfrutar de las fantasticas vistas que nos ofrece esta cumbre:
- Hacia el este vemos otras cumbres de la Sierra, en primer término Les Duernes y al fondo la cumbre más oriental de esta sierra, el pico Babú
- Hacia el este vemos otras cumbres de la Sierra, en primer término Les Duernes y al fondo la cumbre más oriental de esta sierra, el pico Babú
La intrincada vertiente occidental de la sierra con su accidentado relieve, muy delicado en caso de toparse con niebla, cosa muy habitual en esta sierra, en la que destaca la cumbre del Mirueñu.
Es un privilegiado balcón sobre la rasa costera Cantábrica, siendo identificadas muchas poblaciones y playas, bajo nuestros pies Lastres, Colunga, La Isla, etc..
También sobre los valles y sierras interiores.... Monfrechu, Cuera y con buena visibilidad (que hoy no había por culpa de los incendios) se convierte en un excelente mirador sobre los Picos de Europa.
TRAMO 2: PICO PIENZU - TEJEDA DEL SUEVE - PROXIMIDADES DE LOROÑE
Comenzamos el descenso que realizaremos por la cara norte del Pienzu donde se encuentra la tejeda del Sueve. En la foto vemos el recorrido que haremos, distinto al que realizamos hace un par de años que descendimos por la incómoda cresta que vemos por detrás de la zona boscosa.
ENLACE
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El primer punto de referencia es descender hasta la zona más baja del bosque, situandonos al sur de la cumbre del Cordobana (pico que vemos más a la izquierda en la foto) en donde vemos una pequeña pradería, el Foyu les Ortigues.
Una vez que vamos perdiendo altura nos comenzamos a introducir en la zona boscosa donde pronto iremos viendo los primeros ejemplares de Tejos
Se trata sin duda de la mayor tejeda de la Comunidad Europea . En total se estima que hay unos ocho mil tejos, de edad media y avanzada, que forman masas puras o mixtas y ecosistemas asociados.
Está considerado paisaje protegido lugar de importancia Comunitaria. Sin embargo está en grave peligro pues la gran cantidad de gamos que puebla esta Sierra del Sueve se están comiendo los nuevos brotes, y sin descendencia no hay futuro.
Los tejos han sido considerados árboles sagrados por antiguas culturas. Los celtas lo veneraban, lo consideraban mágico, y lo temían. La palabra latina Taxus posiblemente deriva de las griegas toxon arco o toxicon veneno, ya que todo el árbol, excepto el arilo, es venenoso.
El tejo era un árbol que los celtas consideraban sagrado y bajo el cual se reunían para celebrar sus reuniones u orar a sus dioses. La Iglesia edificó iglesias cerca de estos árboles para cristianizar a estas gentes y hacer que dejaran sus ritos que eran considerados como paganos. En la actualidad estos tejos continúan junto a las iglesias, y bajo ellos se celebran fiestas y romerías. El tejo era quien presidía el cabidro o concejo abierto, que eran reuniones vecinales. El viejo dicho de “tirar los tejos” guarda relación con esto, y es que al salir de la iglesia, las mozas tiraban a los hombres que pretendían semillas o ramillas de tejo. La longevidad del tejo es bastante conocida, y algunos escritores lo han comparado con un dios del tiempo. El ser vivo más viejo de Europa es un tejo, que está situado en la localidad escocesa de Foringall; supera los 2000 años .
Es facil con toparse con alguno de los numerosos gamos que pueblan esta sierra.
Hay que tener en cuenta que el Sueve es la única sierra de Asturias donde se encuentran estos cérvidos, pues aunque se repoblaron varios montes con ellos, entre los años 1955 y 1960, por ejemplo Peña Mayor, Purupintu y La Muriosa, fue solamente aquí donde se aclimataron y adaptaron magníficamente a las condiciones de este territorio de roca caliza, enclavado cerca del Mar Cantábrico.
La ausencia de depredadores naturales está propiciando la prosperidad de poblaciones desmedidas, al menos en los casos del gamo y jabalí. Tejos jóvenes, con diámetros inferiores de 10 – 20 cm., son tan raros que cabría investigar la responsabilidad directa que pudo tener en este aspecto la reintroducción del gamo.
Terminamos el descenso hasta toparnos con la pradería antes mencionada denominada Foyu les Ortigues (713 m.), denominado así seguramente por un gran jou tapizado de vegetación que existe en un extremo de la pradería.
Hasta aquí habíamos tomado una clara dirección norte y en esta pradería haremos un ligero giro a nuestra derecha dirección noreste, para introducirnos nuevamente en la zona boscosa. Una buena referncia es el gran arbol que vemos en la foto situado en el extremo de la pradería.
Entramos en la zona más delicada del recorrido ya que la espesura del bosque no permite orientarnos ni encontrar ningún punto de referencia, tampoco existe sendero claro y es una zona con numerosos jous que pueden desorientarnos facilmente.
La mejor referencia es siempre arrimarse a la ladera de nuestra derecha que cae desde la cumbre del Pienzu.
La mejor referencia es siempre arrimarse a la ladera de nuestra derecha que cae desde la cumbre del Pienzu.
En este tramo seguimos encontrandonos extraordinarios ejemplares de tejos.
Otro punto clave de orientación es cuando vemos ligeramente a nuestra izquierda un pequeño picacho calizo que sobresale sobre el bosque, se trata de la pequeña cumbre del Cueto la Texona (696 m.), aquí parten dos vallinas: la que desciende a la izquierda del Cueto es totalmente impracticable por la espesura de la maleza. Así que hemos de ir a la derecha del Cueto, a los pocos metros encontraremos una pradería en la que existe una bolsa de agua sobre un gran plástico negro, unos metros debajo de esta balsa encontramos esta pradería que vemos en la foto en la que existe un abrevadero para el ganado. Estamos en el buen camino.
Descendemos la alargada pradería y tomamos un poco de altura para ver lo que nos resta de descenso. Aquí vemos la clara vallina por la que hemos de descender, cuando esta termina hemos de girar a la izquierda para pasar a la izquierda de la pequeña cumbre caliza del Pico Foyuscuru (aunque a simple vista parezca mejor rodearlo por su derecha).
Una vez que descendemos por la vallina va tomando entidad un pequeño sendero que aunque muy estrecho se encuentra bien marcado.
Viendo la auténtica jungla de vegetación que nos rodea, comprendemos la gran importancia de dar con este sendero ya que sino el descenso por esta zona sería totalmente imposible, tambien nos hace ver lo necesario que es en nuestros montes asturianos, el uso ganadero que evita la desaparición de estos senderos.
Viendo la auténtica jungla de vegetación que nos rodea, comprendemos la gran importancia de dar con este sendero ya que sino el descenso por esta zona sería totalmente imposible, tambien nos hace ver lo necesario que es en nuestros montes asturianos, el uso ganadero que evita la desaparición de estos senderos.
La vallina termina en un profundo y selvático foyo.
Es aquí donde giraremos ligeramente a nuestra izquierda en dirección norte para atravesar un pequeño collado situado a la izquierda de la cumbre del Joyuscuru. Tras cruzar el collado descendemos junto a una pequeña laguna convertida en un inmenso lodazal, seguimos rodeados de una asfisiante vegetación
Seguimos el sendero que cruza un par de jous hasta llegar a esta amplia collada ya por fin libre de la espesa vegetación, por la que ya descenderemos hacía las cercanias de Loroñe.
En sus inmediaciones vemos la llamativa cara septentrional de esta sierra, en sus verticales paredes se encuentran varias bocaminas de una antigua explotación minera.
El sendero desciende hasta la destartalada chavola del Copín, donde encontramos esta bonita manada de caballos.
A partir de este punto tomamos una pista que nos depositará en la carretera As-260 en las cercanías de la Mina Emilio, gestionada por la empresa Minersa, siendo una de las principales abastecedoras de espato-fluor de España.