La primera intención era subir al Pic du Ger, la cumbre más emblemática de la zona. El problema es que la impresionante ola de calor que estábamos sufriendo (se había batido el día anterior el record histórico de temperatura más alta en París), teníamos muchas dudas para afrontar la terrible subida sin sombra a dicha cumbre. Así que optamos por una opción que había leído en la red de tomar un remonte desde la estación de esquí que nos permitiría reducir mucho el desnivel de ascensión. El problema fue que cuando llegamos solo había un remonte abierto y que solo nos permitía quitar apenas 200 metros de desnivel, además el horario de arranque no era muy madrugador. Rotos los planes decidimos igualmente esperar a coger el remonte y ver sobre la marcha que hacíamos.