RUTA POR EL ESPACIO HISTÓRICO DEL FRENTE DEL NALÓN
Nuestra intención hoy es hacer un recorrido por el "Espacio Histórico del Frente del Nalón".
El grupo de desarrollo rural «Camín Real de la Mesa» decidió, en 2005,
crear un espacio a semejanza de los existentes en otros escenarios
bélicos, como las playas de Normandía, Gettysburg y Waterloo. Apenas dos
años después, la Asociación para la Recuperación de la Arquitectura
Militar Asturiana (ARAMA 1936-1937) inició una colaboración con el grupo
«Camín Real de la Mesa» que se ha concretado en la creación del espacio
histórico Frente del Nalón.
Los trabajos han consistido en el desbroce de decenas de kilómetros de
trinchera entre las posiciones de La Llinar y La Escrita, la limpieza de
las diferentes fortificaciones, la señalización de las rutas, así como
en la excavación arqueológica y la posterior recreación histórica de la
posición republicana de La Escrita.
Todas las travesías que se han diseñado están complementadas con
carteles explicativos y señalizaciones. La cartelería que se ha
instalado, no sólo cuenta con explicaciones sobre los diferentes
elementos que se pueden encontrar en el recorrido, sino también con una
contextualización histórica en la que los miembros de ARAMA han sido
especialmente escrupulosos.
Pero la mejor manera de ver todo esto es leyendo su propia página web http://www.1937.es/
Pero antes de acercarnos a esta zona, quisimos conocer otro de los puntos de defensa republicana en esta zona de Candamo, concretamente se encuentra en el pico Castro situado en las proximidades del pueblo de Villar.
Nuestra primera intención fue realizar el recorrido ascendiendo desde el pueblo de Murias siguiendo la recomendación del grupo ADN Astur, así que dejamos el vehículo en la iglesia de Santa María en Murias construida a finales del Siglo XVIII o principios del XIX sobre un antiguo templo del que ya se tienen noticias en 1073 cuando fue donada a la catedral de Oviedo, y que probablemente sería de estilo románico o prerrománico.
Desde este punto vemos claramente la cumbre del Pico Castru a donde queremos llegar.
Callejeando por el pueblo de Murias nos dirigimos hacia las próximidades del Pico Castru hasta la parte más alta del pueblo, tomamos un pista hormigonada que deja a la izquierda esta casa de gran tamaño.
A pesar de su estructura reciente, nos llama la atención observar esta inscripción en el dintel de una de sus puertas, nos indica que la antigua vivienda sobre la que se reconstruyo la actual, databa del año 1.794.
Seguimos por la pista y tras una cerrada curva hemos de tomar un camino que surge a nuestra izquierda. Este camino termina en una portilla metálica, desde aquí según nos comunicaron los componentes del grupo ADN astur, encontraríamos un sendero que algo perdido nos llevaría hasta la cumbre. Sin embargo, entre que estaba los dueños del prado y no era cuestión de pasar la portilla sin permiso y que vimos el sendero algo cerrado por la maleza (ellos fueron en noviembre que el matorral está menos crecido), preferimos evitar el acceso desde este punto. Así que regresamos a nuestro vehículo y fuimos con el hasta el pueblo de Villar. Para ello tomaremos la carretera local Cd-1 hasta el pueblo de Bahiles, a la entrada de este pueblo una carreterina parte a la derecha hacía Villar.
Dejamos el vehículo a la entrada del pueblo de Villar y nada más entrar en la pequeña aldea, tomamos un camino que desciende a la derecha entre las casas del pueblo.
Seguimos descendiendo hasta dejar a nuestra derecha las últimas casas de Villar.
El camino termina en unos prados, y es necesario superar dos cierres, y seguir la línea del tendido eléctrico en dirección norte (N) y antes de llegar al segundo poste hemos de descender a la izquierda hacia la parte más baja de la pradería y adentrarnos en un frondoso castañedo.
Nada más entrar en el castañedo nos encontramos con un marcado sendero que corre en dirección suroeste (SO) en terreno practicamente llano. El sendero muere en unas praderías. Hemos de entrar en la de la derecha superando un cierre de madera. Y ya solo nos restaría ascender hasta lo alto de la cumbre de la Peña el Castro nombre que se debe a la existencia de un antiguo castro del que por supuesto no quedan ni los restos. Las vistas desde la cima son preciosas. Hacia el sur el valle del Nalón y en primér término el pueblo de Murias desde el que intentamos subir.
Hacia el norte el valle del río Deli y la población de Bohiles.
Pero no solo hemos venido a disfrutar de estas vistas, sino a encontrar los restos de edificaciones republicanas de la guerra civil concretamente del Frente del Nalón, existen en este pico un par de nidos de ametralladoras y una cueva-refugio, y os puedo decir que no es tarea facil dar con ellos. Tras muchas vueltas conseguimos dar con la entrada de uno de los nidos de ametralladoras. Se encuentra tapado por un arbol que han talado para ocultar su entrada, quizá para que no entre el ganado o para que la maleza no se coma la entrada.... no lo se.
La entrada como veis no es precisamente lo que se dice "muy amplia".
Sin embargo el interior está perfectamente conservado y en el vemos las perforaciones realizadas en el hormigón para sujetar las patas de las ametralladoras.
Pero lo que quizá diferencia más estos restos de los que encontraremos, mucho más accesibles, en la sierra del Pedroso, sea la existencia de una cueva natural que apovecharon como refugio. Aquí estoy accediendo a su entrada casi cubierta por la maleza y tambien bastante angosta.
Ya en su interior....
Llegamos a una pequeña sala en la que se ha formado una columna por la unión de una estalactita y una estalagmita. Luego la cavidad se estrecha demasiado y no quiero aventurarme más. Según me dijeron en Murias se rumorea que las galerías llegan hasta el fondo del valle del río Deli pero que puede que solo fueran leyendas.
Regresamos sobre nuestros pasos nuevamente hasta el pueblo de Villar para dirigirnos al area recreativa de La Degollada (a la que tambien podríamos subir desde Villar por pistas forestales pero preferimos subir en coche) a visitar el "Espacio Histórico del Frente del Nalón" que he mencionado en la introducción de esta entrada.
MAPA DEL RECORRIDO
Desde el área recreativa se toma una pista forestal que se
adentra por el sur en la repoblación de coníferas que cubre las
laderas del Pedrozu. Al cabo de 300 metros se toma un empinado
ramal –señalizado– que sube por la derecha hasta la cima del pico.
Allí se enlaza con un sendero engravillado que permite visitar
un singular conjunto de obras de fortificación con trincheras
que comunican varios elementos. Como vemos en la foto todo está perfectamente señalizado.
Entre los paneles indicativos veremos reseñas sobre el suceso que ocurrio en estos montes:
"En la mañana de 1 de agosto de 1937, dos divisiones de la infantería
republicana, con apoyo de artillería y aviación, iniciaban su avance
sobre las posiciones enemigas del pico Cimero, La Manga y Cotaniello, en
la sierra asturiana del Pedroso. El objetivo de la operación era cortar
el corredor establecido por los sublevados entre la capital, Oviedo y
la villa de Grado, a su vez comunicada con la retaguardia franquista. La
operación, que se antojaba sencilla, fue un rotundo fracaso. El cañoneo
y las bombas lanzadas por los aviones no lograron acallar las
ametralladoras nacionales que desde sus posiciones abrieron un incesante
fuego para defenderlas. Como resultado, más de seiscientos muertos en
una única jornada. La sierra siguió siendo frente durante
unos meses más, hasta el 23 de octubre, en que las Brigadas Navarras,
entrando en Gijón y Avilés, dieron por conquistado el ultimo bastión
republicano en el Norte"
Pozo para nido y cubículo para fusileros-granaderos
Seguimos una larga linea de trinchera en dirección sur
Esta nos lleva hasta el Nido de Ametralladoras del Pedrosu, donde podemos entrar a ver su interior.
La aparición de las ametralladores en los campos de batalla ocurrió
durante la I Guerra Mundial. Dispuestas en posiciones defensivas,
frenanban los ataques de la infantería enemiga con una cortina de
fuego. Vulnerable a la artillería y a la aviación, de ahí la necesidad
de protegerlas con abrigos de hormigón armado: "los nídos de
ametralladora" como los que vemos en esta sierra , pensados en origen
para un modelo de arma concreta.
La ametralladora la atendían 3
hombres: uno hacia fuego, otro recargaba y vigilaba el recalentamiento
de la pieda y el otro se encargaba de la munición. A máxima cadencia
disparaba casi 600 balas por minuto con un alcance de unos 2 kilómetros.
Por este motivo de ubicación que permitiera la defensa entre ellos encontramos un poco más adelante un segundo nido de ametralladoras al que entramos nuevamente.
En camino finaliza en un “enjambre ” de trincheras que cruza
una pasarela de madera. Deberemos cruzarla y proseguir a la
vera de una trinchera de comunicación ascendente, siguiendo las
marcas (franjas blancas y verdes paralelas pintadas en
algunas piedras y árboles).
En esta zona encontramos un "abrigo pasivo".
Como mencionamos cuando hablamos de los nidos, se utilizaba hormigón para proteger los puestos batidos por el enemigo, cuando disponían de troneras para hacer fuego, se denominaban "activos", siendo "pasivos" los diseñados unicamente para refugiar a tropa o equipo, sin huecos para disparar. Eran "ligeros" si solo protegían de las balas y cascotes (como veremos más adelante) y "a prueba" si podían soportar impactos directos de artilleria y bombardeos aéreos.
Los mandos no permitían que estos refugios fueran muy confortables, para evitar que los soldados se acomodaran en ellos en lugar de luchar en las trincheras: solían ser pequeños, húmedos y aportar poco descanso. También se utilizaban como puestos de mando o almacenes de intendencia
Como mencionamos cuando hablamos de los nidos, se utilizaba hormigón para proteger los puestos batidos por el enemigo, cuando disponían de troneras para hacer fuego, se denominaban "activos", siendo "pasivos" los diseñados unicamente para refugiar a tropa o equipo, sin huecos para disparar. Eran "ligeros" si solo protegían de las balas y cascotes (como veremos más adelante) y "a prueba" si podían soportar impactos directos de artilleria y bombardeos aéreos.
Los mandos no permitían que estos refugios fueran muy confortables, para evitar que los soldados se acomodaran en ellos en lugar de luchar en las trincheras: solían ser pequeños, húmedos y aportar poco descanso. También se utilizaban como puestos de mando o almacenes de intendencia
La trinchera nos llevará a otro nido
de ametralladora y un espacio rectangular excavado a su vera
(probablemente cubierto en la época).
Siguiendo las marcas iremos
a dar de nuevo a la pista la cual tomaremos en bajada (girando
a la izquierda) llegando en unos minutos a un cruce de pistas, con
una, la más ancha, que podría llevarnos de vuelta al área
recreativa, pero seguiremos la dirección que nos marca el poste
bajando otro tramo hasta encontrar un nuevo poste señalizador con
dos opciones: camino alternativo o Ruta 3
Nosotros tomamos el camino alternativo, pero creo que la mejor opción hubiera sido seguir por el que marcaba como ruta 3.
En el descenso nos encontraremos muchas trincheras en zig-zag. así como un refugio "ligero" del que hablamos antes. En su día esaban cubiertas con rollizos y tierra que podían cobijar una escuadra de 5 hombres. Estas construcciones son más frecuentes en zonas menos expuestas al fuego enemigo
Vemos un refugio, en este caso individual, utilizado para un tirador-granadero.
Al poco veremos indicado un puesto de observación, dispuesto
en un amontonamiento de piedras natural. Conectado con una larga
trinchera, permitía otear y vigilar la posición del pico Cimero
que tenemos en frente aunque los pinos apenas nos dejen verla (en
la época esta zona era pradería). Estamos situados en un
espolón sobre el río Nalón en primera línea de fuego. Un poco más
adelante, otro indicativo señaliza un nido de ametralladora,
que también está orientado hacia el pico Cimero.
Seguimos el
camino ahora en leve descenso que finaliza en la posición de La
Escrita, la cual, a diferencia de todo lo visto anteriormente,
recrea el aspecto que pudo tener durante la época. Si hasta ahora
los recorridos nos habían acercado a un campo de batalla.
La
Escrita nos sumerge en el pasado, haciéndonos revivirlo,
sintiendo de algún modo, las penalidades de la vida cotidiana en
una posición defensiva. Las trincheras son aquí totalmente
transitables, con los sacos terreros protegiéndolas, los
troncos cubriéndolas en algunos tramos…
"Sin la posibilidad de una rápida victoria, los frentes asturianos se estancaron. Los combatientes pasaron meses en la trinchera. Los centinelas vigilaban
los movimientos del enemigo y el resto de la tropa permanecía
atrincherado o refugiada en retaguardia. Cuando en las posiciones de
primera línea no había zonas cubiertas la vida en las trincheras se
complicaba en extremo. El frío, el hambre, la humedad y las infecciones
eran tan peligrosas como las balas. Los mandos intentaban mantener un
mínimo grado de higiene; las trincheras de comunicación terminaban
convertidas en improvisadas letrinas, y las de combate se enfangaban con
las lluvias. Las circunstancias empeoraban con los bombardeos de la
artillería. Resultaba imposible saber cómo, dónde y cuándo caería el
siguiente proyectil, pero había que mantener la posición pues con
frecuencia al bombardeo le seguía un asalto de infantería enemiga."
"Todos los hombres ocupaban
las trincheras y pozos de tirador, se calaban las bayonetas en los
fusiles y en cuanto se avistaba movimiento se abría fuego, intentando
siempre no malgastar la munición. Las gruesas alambradas de púas
obstaculizaban el avance enemigo, barrido por las armas automáticas y el
fuego de fusilería; si ello no frenaba el asalto, la situación
terminaba en la lucha cuerpo a cuerpo.
Los ataques requerían una preparación previa y estudiada, por lo que no eran continuados, habiendo entre ellos periodos de tensa calma, con disparos esporádicos. En esas situaciones se aprovechaba para leer la prensa, jugar una partida de cartas o escuchar la música de gramófono. No eran raros los “parlamentos” con el enemigo, aún estando prohibidos: se pactaba un alto el fuego durante unos minutos, en el que representantes de las posiciones enfrentadas se reunían en terreno “de nadie” y realizaban algún intercambio, como papel de fumar por tabaco, periódicos o latas de conserva por otro tipo de alimento."
Los ataques requerían una preparación previa y estudiada, por lo que no eran continuados, habiendo entre ellos periodos de tensa calma, con disparos esporádicos. En esas situaciones se aprovechaba para leer la prensa, jugar una partida de cartas o escuchar la música de gramófono. No eran raros los “parlamentos” con el enemigo, aún estando prohibidos: se pactaba un alto el fuego durante unos minutos, en el que representantes de las posiciones enfrentadas se reunían en terreno “de nadie” y realizaban algún intercambio, como papel de fumar por tabaco, periódicos o latas de conserva por otro tipo de alimento."
Es este de La Escrita el lugar más emblemático
del Espacio Histórico Frente del Nalón y que
recrea el aspecto que pudo tener en la época por supuesto de una forma mucho más idealizada de la que pudo tener en la época.. Rollizos, sacos terreros,
estrechas trincheras aspilleradas, chabolas para el descanso, puestos de
granaderos y fusileros... tal parece que hemos viajado en el túnel del
tiempo para vivir por unos instantes la vida en las trincheras.
Refugio excavado en cueva
Chavola para el descanso
En este
lugar finaliza el recorrido por el Espacio Histórico Frente
del Nalón. En contreto esta Ruta número 3 que nos ha dejado un mágnífico sabor de boca y en la que no podemos hacer menos que agradecer el gran esfuerzo que ha realizado ARAMA en salvar del paso del tiempo estos restos de nuestra historia.
En breve espero visitar los otros dos recorridos.
En breve espero visitar los otros dos recorridos.
Muy bonitas y entretenidas estas rutas que nos devuelven a épocas de nuestra historia que nunca se deben olvidar.
ResponderEliminarQue guapu'l reportaxe. La verdá ye que'l trabayu de ARAMA ye impresionante.
ResponderEliminarun saludu
respecto a la leyenda en el dintel de la puerta yo veo 1708 y hasta donde conozco,la parte baja sirvió en esa época de posada de transehuntes de alguna congregación relacionada con la religión.la casa es la original.su estrctura no ha sido modificada nunca.el reportaje muy completo ,bien.
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