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Cueva del Tinganón y Sierra de Cueva Negra

SIERRA DE CUEVA NEGRA Y CUEVA DEL TINGANON

DESNIVEL ACUMULADO  850

DISTANCIA TOTAL  8,5 km


El acceso a la cueva de Tinganón tiene un tramo algo delicado en el que hay que ayudarse de una cuerda para ascender y descender.  Aconsejo intentar no colgarse demasiado de la cuerda ya que no la veo nada segura.

MAPA DEL RECORRIDO



Dejamos el vehículo en las proximidades de la rotonda de Llovió en la N-632.  Allí tomamos una carreterina asfaltada que marcha en dirección este, paralela a la incorporación a la autopista del Cantábrico.  La carretera termina junto a unas viejas naves donde arranca un embarrado camino maderero.  Lo seguimos unos metros hasta tomar a nuestra izquierda un pequeño sendero que circula paralelo a un cierre de fincas y al arroyo Llovio.  Más adelante cruzamos el río y nos adentramos en la finca por una pasarela de madera.  Cruzamos nuevamente el arroyo para seguir por su derecha y atravesamos la pradería en su totalidad.  Desde ella contemplamos la vertiente occidental de la Sierra de Cuevanegra y el valle del arroyo Llovio en cuyas entrañas se encuentra la Cueva del Tinganón.


Abandonamos la pradería por otra pasarela de madera acondicionada para el paso de las personas y a la vez impidiendo que escape el ganado.  Tomamos un pequeño sendero que discurre pegado al cauce del arroyo Llovio, el cual cruzamos en un par de ocasiones y nos encontramos con los restos de dos molinos, el último que es el que vemos en esta foto todavía conserva parte de la estructura.


El sendero mas o menos marcado llega hasta una caseta para la recogida de agua. A partir de aquí el valle se vuelve mucho más agreste y el sendero más complicado y menos marcado. Teniendo muchas veces que continuar el avance por el cauce del arroyo, ayudándonos en ocasiones de las manos, sobretodo por lo resbaladizo del terreno.  El paisaje es de una frondosidad selvática.




Unos metros antes de la entrada a la enorme cavidad de la cueva del Tinganón nos encontramos con un paso delicado.  Son apenas unos metros y la caída es pequeña pero los pocos agarres y en especial lo pulido de la roca hace que sea casi imprescindible apoyarnos algo en una precaria cuerda colocada para este fin.  Como dije al principio recomiendo encarecidamente no dejar el peso sobre ella e intentar apoyarnos lo más posible en los resquicios de la roca.


Ante nosotros la inmensa entrada a la cueva del Tinganón . La altura es impresionante.

 

Nos adentramos algo en su interior 


Una foto en su interior.  Aunque no tiene formaciones de estalactitas y estalagmitas espectaculares, su gran tamaño la hace impresionante.

Tiene una longitud de casi un kilómetro desde su entrada en la parte baja del valle de Pene.  Se puede atravesar sin excesiva dificultad, aunque en ciertos puntos el cauce se encuentra muy encajonado y es casi inevitable mojarse los pies.
Pero aventurarnos en su interior no era nuestro objetivo hoy ya que queríamos recorrer parte de la Sierra de Cueva Negra y no nos apetecía, siendo invierno, hacerlo con los pies encharcados.  Pero en cuanto llegue el carlorcito tengo pensado hacer una escapada para recorrerla entera.


Así que desandamos unos cientos de metros valle abajo hasta un punto en el que el sendero por el que nos llevó hasta la cueva, cruzaba un pedrero que desciende de la falda de la sierra.  Es por ese pedrero por el que ascenderemos.  Un ascenso pindio y penoso por lo que significa ascender por un pedrero poco estable.


Según vamos ascendiendo, podemos observar con mayor claridad, la enorme abertura de la cueva de Tinganón.


La ascensión se va haciendo más tendida hasta alcanzar un collado situado justo encima de la cueva y muy próximo a la boca de entrada en el valle de Peme


 Desde el mencionado collado (315 m.) vemos hacia el sureste el valle de Pene.  El arroyo que lo surca es el causante de la espectacular cueva.  Hemos de dirigirnos valle arriba hasta la majada de Peme y desde ella seguir dirección este (E) hasta la conclusión del valle en el collado Llames

 Para llegar hasta la majada, desde el collado hemos de ascender unos 30 metros para encontrarnos con un sendero ganadero que nos llevará hasta ella



Boca de entrada de la Cueva de Tinganón.


Llegando a la majada de Pene echamos un vista atrás hacia la entrada de la cueva y el collado desde donde venimos.


Cruzamos la majada por un sendero que se dibuja en la parte baja de la ladera de la Sierra de Cueva Negra y que cruza praderías y cabañas en buen estado.


En el último tramo antes de llegar al collado y vega de LLames el sendero se pierde en la maleza, aunque solo son unos cientos de metros.  Alcanzamos el collado y la vega de Llames (505 m.).  Hacia el este vemos una franja de praderías que cubren los sucesivos jous que encontramos en la vertiente sur de esta sierra de Cueva Negra.


Desde la vega de Llames ascendemos hacia lo alto de la sierra, y lo hacemos con una tendencia diagonal orientación noroeste (NO), procurando encontrar un  sendero ganadero que nos facilita el ascender estas laderas cubiertas de molestas cotoyas.  Atrás vamos dejando el collado Llames a donde vemos que llega una pista, que arranca desde el pueblo de Santianes, y que puede ser una opción (más cómoda pero mucho más monótona) de ascender a esta sierra.


Hemos de ascender a una especie de collado que vemos en la foto.


Alcanzamos el collado, que no es otra cosa que la parte alta de la sierra de Cueva Negra, con un perfil   suave y en el que abundan las praderías mezcladas con tramos de caliza y monte bajo.  Nada más alcanzar esta parte superior de la sierra, daremos un giro a nuestra derecha en dirección noreste (NE) en busca de la cumbre del Altu Teyadera


Altu Teyadera (743 m.) punto culminante de esta alargada sierra de Cueva Negra.


Las vistas son inmejorables sobre toda la rasa costera de los concejos de Ribadesella y Llanes.


Hacia el este toda la alargada sierra de Cueva Negra (hoy solo hemos recorrido una corta parte de ella) y que llega hasta la localidad de Nueva de Llanes.  Como vemos hacia el oriente la cumbrera de la sierra es mucho más afilada.


Buen mirador también para las cumbre del Macizo Central de los Picos de Europa


Continuamos en dirección oeste (O) por esta zona cumbrera que como veis esta casi en su totalidad cubierta por praderías, hasta alcanzar la cumbre del pico Jorovitaya


Lo que mas destaca en la cumbre del Jorovitaya (743 m.) es un gran mojón de piedras que fue construyendo poco a poco un popular taxista de Ribadesella ya fallecido , Manuel Fonticiella, 'Manolete'.
Por ese motivo, El Jorovitaya es popularmente conocido en el concejo como el Picu Manolete. El montículo en cuestión tiene más de tres metros de altura y está rematado con un mástil y una bandera de Asturias.


Hacia el este vemos la cumbre del Altu la Teyadera.


A vista de pájaro la localidad de Ribadesella.


Para el descenso hemos de mirar en dirección oeste-noroeste donde vemos una marcada vallina que recorreremos en su totalidad.


al final de la vallina el terreno empieza a descender pronunciadamente dando vista al valle del arroyo Llovio que hemos recorrido esta mañana en busca de la entrada de la cueva de Tinganón.  Seguimos el descenso en dirección oeste (O) como si bajáramos directamente hacia Llovio.


Lo que en un primer momento parecía un descenso muy complicado debido a la altura de las cotoyas, se convierte en un descenso muy cómodo gracias a que han desbrozado recientemente esta ladera.
Descendemos por donde marco en la foto.  Cruzamos una vallina que nos separa del Cabezu, última cumbre de esta sierra, y sin llegar a bajar al fondo del valle (donde la vegetación nos lo haría casi imposible), veremos un sendero de ganado que dobla el canto calizo del Cabezu para pasar a la vertiente que mira ya a Llovio y a la autovía del Cantábrico.


A nuestra izquierda volvemos a ver la enorme cavidad de Tinganón y el lugar por donde hemos ascendido esta mañana.


El sendero del ganado nos desciende hasta unas grandes praderías muy cercanas a la autovía que se encuentran cerradas y que no nos queda otro remedio que saltar el cierre de alambre de espinos(eso o buscarse la vida entre las cotoyas e intentar descender al arroyo Llovio.
Descendemos por las praderías y tras encontrarnos con las ruinas de esta edificación nos tiraremos a nuestra izquierda y descenderemos a las praderías que hemos cruzado esta mañana al subir a la cueva de Tinganón.


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