Se nos habían pegado las sábanas y tuvimos que plantearnos algo corto, así que nos decidimos por una zona que siempre había rechazado hacer sin nieve, por el impacto paisajístico que imaginé que tendría la estación de Ski de San Isidro. Al hacerlo comprobé que no estaba muyç equivocado y que le restó mucha belleza al recorrido. No obstante, las vistas que ofrece el Toneo y el recorrido de la Sierra de Sentiles (donde no vas viendo ya la estación) y en especial la bajada y el entorno del Lago Ausente, hacen recomendable este recorrido.