AMBINGUE - PICO CUNIO - SEMELDÓN - AMBINGUE
DISTANCIA TOTAL 14 KILÓMETROS
DESNIVEL ACUMULADO: 1.000 METROS
TIEMPO EMPLEADO: 6 HORAS 30 MINUTOS
NOTA: El punto más conflictivo de este recorrido es el tramo entre Semeldón y el puente Pozón donde existe un tramo vertical sobre el río Semeldón donde es imprescindible el uso de las manos, y aunque bien es cierto que existen buenos agarres, al encontrarse la roca totalmente mojada y resbaladiza hace de este paso un tanto delicado y en el que hay que ejercer muchas precauciones para no acabar dentro de las frías aguas del Semeldón.
Si no vemos factible este paso, la otra opción sería cruzar el Semeldón, recomendable hacerlo unos metros por encima de la mecedura con el arroyo Piedrafita ya que disminuye su caudal, aunque lo más probable es que tengamos que quitarnos las botas. Luego ascenderíamos unos cuantos metros hasta el anteriormente mencionado Collado Semeldón desde donde arranca el PR AS-212
TRAMO 1: AMBINGUE - VIORES - PICO CUNIO (3 horas)
Dejamos el vehículo en la parte baja del pueblo de Ambingue, junto al pequeño lavadero y ascenderemos hasta la zona más elevada del pueblo siguiendo en algunos casos la carretera y en otros adentrándonos en las caleyas hormigonadas que ascienden más directamente.
En las últimas casas del pueblo justo donde la carretera hace un brusco giro a la derecha, nosotros tomaremos una caleya empedrada que asciende en dirección noroeste pasando junto a una pequeña caseta que sirve como depósito del agua y teniendo las pindias y muriadas praderías de Ambigue a nuestra izquierda.
Llegamos a las Cabañas de Llasa de Arriba (600 m.) donde enlazamos con una pista en cuya reciente construcción han destrozado un antiguo y hermoso camín empedrado que unía Ambingue con Viores.
Seguiremos subiendo en dirección noroeste por esta pista hasta las cabañas que vemos en la foto.
Es a la altura de estas cabañas cuando la pista hace un giro y tomando dirección S-SO se dirige a las estribaciones de la sierra de Tameces. A nuestras espaldas la collada Moandi, paso natural entre los concejos de Piloña y Ponga.
A nuestras espaldas vemos la llamativa e inconfundible cumbre de la Mota Cetín.
Y muy por debajo de nosotros el pueblo de Ambingue y en el fondo del valle aún sumido en la sombra y cubierto por la helada el pueblo de Sellaño.
Un poco antes de llegar a los contrafuertes de la sierra de Tameces la pista muere y continuamos, ahora si, por el antiguo camino que conducía hasta Viores. Supera los contrafuertes rocosos con algún tramo armado hasta ascender al Pasadoriu (800m.) donde existe una portilla como cierre para el ganado.
En el Pasadoriu el camino dobla el canto rocoso y gira en dirección O, descendiendo ligeramente hacia el hermoso collado Viores que vemos en la foto
No tenemos necesidad de descender hasta el mismo collado Viores sino que ganando un poco de altura sobre el nos adentraremos en la parte alta del precioso valle de Viores que vemos en la foto. Nuestro objetivo será cruzar este valle para llegar al collado situado en el extremo opuesto junto a la pequeña cumbre de Los Pinzarros. Detrás de dicho collado ya vemos la cumbre del Cunio nuestro objetivo de hoy.
Panorámica de este valle de Viores, salpicado de pequeñas cabañas y verdes praderías.
Llegamos al collado (960 m.) donde encontramos los restos de antiguas cabañas.
Un vistazo atrás hacia el valle de Viores en cuyo extremo final se encuentra el collado Viores de donde hemos venido.
Desde aquí podemos ver claramente el ascenso que vamos a realizar hasta llegar al Cunio. En primer lugar nos alzaremos a la parte superior de la sierra, concretamente al collado Espino, siguiendo una marcada franja herbosa cuya parte inferior se encuentra poblada por un bosque de acebos.
Siguiendo restos de senderos del ganado en un terreno para nada complicado, llegamos a la mencionada acebeda.
En su interior nos encontramos con una fuente labrada en la caliza, se trata de la fuente acebal (1.050m.), con fresca y abundante agua.
Dejamos atrás el bosque de acebos para subir por una zona de praderías antesala del Collado Espino que alcanzamos a ver.
En esta pradera se encuentran diseminadas los restos de la majada Fonciellos.
Llegamos al Collado Espino (1.212 m.) y divisoria de los concejos de Ponga y Piloña. A nuestras espaldas el valle del Piloña y del Sella cubierto por la niebla y detrás el Sueve.
En el collado Espino continuaremos en dirección oeste hacia el Cunio, entre medias se encuentra la pequeña cumbre del Pico Lavandera que nosotros soslayaremos por su lado izquerdo, dejandonos caer a la vertiente pongueta del pico en busca de un pequeño collado que separa dicha de la del Cunio.
Un vistazo atrás desde dicho collado hacia la sierra de Tameces y más abajo el valle de Viores. Al fondo los Picos de Europa.
Cumbre del Cunio (1.265 m.), desde su cumbre podemos contemplar una maravillosa panorámica con numerosas cumbres como: el Tiatordos, la Llambria, Collau Zorro, Ten, Pileñes, el Pierzu, Vizcares, el Maoñu, Campigüeños, etc. sierras como el Sueve, el Cuera; así mismo el macizo del Cornión y tierras de los concejos de Parres, Ponga y Piloña.
Hacia el sur la visibilidad era muy mala así que no tengo fotografías. Hacia el noroeste destaca la Sierra de Aves con su punto culminante el Vízcares.
Sierra de Tameces y valle de Viores. Al fondo el Pierzu y Picos.
TRAMO 2: PICO CUNIO - VALLE PIEDRAFITA - SEMELDÓN (2h.15m)
Toca descender y lo haremos por su vertiente occidental en busca del Collado Piedrafita. Tras un primer tramo comodo por la cumbrera, tendremos que dejarnos caer para alguna de las dos vertientes ya que la cumbrera se vuelve muy afilada, preferiblemente iremos por la vertiente norte.
Antes de llegar al collado Piedrafita descenderemos a una amplia collada con un llamativo peñón rocoso junto al cual hay una "llamarga".
En este punto evitaremos seguir por la cumbrera que asciende a la pequeña elevación del Porrón de Llagos, evitandolo por su izquierda (vertiente sur), por donde descenderemos hasta el collado Piedrafita.
A nuestra izquierda contemplamos el alargado valle de Piedrafita (el cual recorreremos). Llama poderosamente la atención la diferencia entre la ladera orientada al sur, libre de arbolado con unas llamativas formaciones rocosas (La Xerrona) y la arbolada y sombría ladera orientada al norte.
Llegamos al collado Piedrafita (1.000 m) desde donde vemos el tramo descendido desde la cumbre del Cunio.
Comenzamos a descender por el valle de Piedrafita y en los primeros metros de descenso nos encontramos con los restos de lo que fue la majada Piedrafita.
Dejamos la majada y nos adentramos en un bosque de robles que nos acompañará el resto del valle,
Es esta parte alta del valle nos encontraremos ejemplares realmente inmensos.
Tras este primer tramo de valle llegamos al manantial de donde surge el arroyo Piedrafita, a partir de aquí el valle será más angosto, transitando la mayor parte del tiempo por su márgen izquierda, donde encontramos restos de sendero.
Trás superar el tramo más duro del descenso accedemos a una pequeña pradería donde encontramos los restos de la majada de Los Tornos (780 m.)
El valle se va haciendo más sombrío y encajonado. El musgo tapiza todas las superficies.
A nuestra derecha paralelo a nosotros el arroyo Piedrafita desciende entre pequeños saltos y pozas.
En el tramo medio del valle hemos de cruzar el arroyo hasta en 4 ocasiones, el caudal es pequeño, pero las piedras que cubren su cauce son extremadamente resbaladizas.
En la parte inferior del valle a una altura aproximada de 470 m. a nuestra izquierda, veremos los restos de una antigua majada, a partir de ella arranca un ancho camino que nos dirige hacia las cabañas de Semeldón.
Cabañas de la majada de Semeldón (420 m.), desde ellas seguiremos bajando por la margen izquierda del arroyo Piedrafita hasta su mecedura con el río Semeldón.
En en lugar donde el arroyo Piedrafita vierte sus aguas al río Semeldón se encuentran los restos de de las instalaciones de la industria que durante años sacaba madera del monte La Llambria bajándolos con un cable hasta Semeldón. Desde allí el tren los conducía a Sellaño donde se localizaba la serrería. En la vertiente contraría del Semeldón vemos los pindios prados que nos ascenderían al collado Semeldón y a la cabaña del Fontán punto donde termina el PR AS-212
Antiguas instalaciones madereras.
TRAMO 3: SEMELDON - ANBINGUE (1h.15m.)
A partir de este punto arrancaba la caja de un antiguo ferrocarril que construyo la "Sociedad Forestal" y que en Septiembre de 1.938 una impresionante riada destruyó, una autentica obra de ingeniería a través de la angosta foz del Semeldón, y que a día de hoy nos admira su impresionante trazado. Iremos arrimados a las verticales paredes que cierran la margen izquierda del Semeldón. Es imprescindible en estos primeros metros el uso de las manos, y aunque bien es cierto que existen buenos agarres, al encontrarse la roca totalmente mojada y resbaladiza hace de este paso un tanto delicado y en el que hay que ejercer muchas precauciones para no acabar dentro de las frías aguas del Semeldón.
Si no vemos factible este paso, la otra opción sería cruzar el Semeldón, recomendable hacerlo unos metros por encima de la mecedura con el arroyo Piedrafita ya que disminuye su caudal, aunque lo más probable es que tengamos que quitarnos las botas para cruzarlo. Luego ascenderíamos unos cuantos metros hasta el anteriormente mencionado Collado Semeldón desde donde arranca el PR AS-212
Podemos ver algún resto de la antigua caja del ferrocarril.
Seguimos junto al cauce, pero los tramos aunque siempre con precaución debido a la humedad de la roca, son mucho más faciles de superar.
Llegados a este punto hemos de abandonar el cauce para ascender vertiginosamente siguiendo pequeños rastros de un sendero, unas marcas azules nos ayudarán a encontrar el paso.
Ganamos altura sobre el río Semeldón.
Descendemos nuevamente junto al Semeldón a la altura del puente del Pozón donde nos unimos al PR AS-212 que seguiremos a partir de ahora.
A pesar de la fortaleza del punte y de ver que estamos en un PR, el tramo que ahora recorreremos no será un plácido paseo ya que existe otro nuevo tramo en el que iremos junto al cauce por una zona donde las rocas están muy resbaladizas, teniendo que prestar atención para no irnos al agua.
Llegaremos a una construcción para el ganado muy rústica con multitud de plásticos sobre palos, aquí se encontraba antiguamente la majada de Obania, borrada del mapa por una crecida del río. Es tras pasar esta majada y cruzando una portilla cuando atravesaremos un tramo donde alcanzamos a ver perfectamente la caja del antiguo ferrocarril.
Justo en este tramo llegamos a un cruce de caminos, un poste señalizador nos indica perfectamente. El camino inferior nos llevaría hasta Sellaño y el superior nos devolverá al pueblo de Anbingue.
El camino va haciendonos ganar altura sobre el valle del río Semeldón.
El camino toma altura superando los contrafuertes que se precipitan de la Sierra de Tameces
El ascenso se acentúa al entrar en una zona cubierta por castaños antesala de Anbingue.
Finalmente entramos en Ambingue por la parte baja del pueblo, muy cerca del lugar donde hemos dejado el vehículo esta mañana.