Era la segunda vez que me acercaba a este precioso desfiladero de Los Calderones, repitiendo además las cumbres de la Portilla y los Machaos. Nuestra idea original era subir al Amargones, cumbre más alta de esta zona leonesa, pero el mal tiempo nos hizo acortar el recorrido. A cambio, para variar lo que hicimos en la otra ocasión, realizamos un descenso directo desde la cumbrera al valle de los Calderones por una pindia canal, donde hay que tener mucho cuidado con lanzar piedras a nuestros compañeros debido a la fuerte pendiente y a encontrarse muy rota la roca.