VIAJE A MYANMAR 2017
DIA 2 LAGO INLE.
NOTA.No pretendo que estos reportajes sean una guía de viaje completa. En internet hay blog y foros increíbles en cuanto a información.
Pretendo que quede reflejado en mi blog los recuerdos de este viaje maravilloso y si sirve de algo el planing de viaje que hicimos pues mejor que mejor.
Tras aterrizar el primer día en Rangón por la tarde fuimos directos al hotel a descansar. Al día siguiente tomamos el vuelo a Heho aeropuerto cercano al lago Inle. En Myanmar se pierden días enteros en los desplazamientos a las zonas que quieras visitar. Este día entre retrasos de vuelos, y la hora que se tarda en llegar desde el aeropuerto al lago perdimos el día así que solo pudimos dar una vuelta en el pueblo donde se aloja la mayoría de viajeros que quieren conocer Inle.
Nyaungshwe, se encuentra comunicada con lago gracias a un canal de aproximadamente 4 kilómetros, lo que aleja a la considerada como Reserva Natural de cualquier alboroto y estropicio urbano que se precie.
No hay mucho que hacer en Nyaungshwe excepto descansar, comer y dormir. Así que aprovechamos la tarde (PRIMERO PARA RESERVAR LA EXCURSION AL LAGO INLE DEL DÍA SIGUIENTE) y luego para hacernos un maravilloso masaje e ir al Night Market a cenar
Apenas había extranjeros y comimos con los locales. Aquí ya comenzamos a darnos cuenta de la MAYOR RIQUEZA DE ESTE PAÍS: SU GENTE. SENCILLAMENTE INCREIBLES.
La comida en zonas turísticas es comida más bien estilo tailandesa o china. He de reconocer que de este viaje quizá haya sido el punto débil del país.
Eso si, en general realmente barato, si sabes salirte de las zonas preparadas para el turismo.
Este plato por ejemplo.. al cambio 1 euro.
A la mañana siguiente realizamos la principal actividad que se puede hacer aquí. La excursión al Lago Inle. Nosotros hicimos solo al lago principal. Hay excursiones que te llevan a un lago más alejado.
Es interesante madrugar para que te puedan llevar al mercado local que se celebra en las localidades del lago. Nunca es en un sitio fijo y va cambiado según el día de la semana. A nosotros nos tocó en una población muy alejada. En el otro extremo del lago así que nos llevó más de una hora de barca llegar hasta el, pero vale la pena.
Arrancamos muy temprano en el embarcadero de la población, repleto de barcas preparadas para el turismo. Y es que Myanmar sin estar en absoluto masificado, si que tiene algún punto como este en el que el turismo se deja notar.
Tras unos primeros kilómetros por el canal que nos lleva al lago, donde vamos observando la vida cotidiana de sus gentes que a estas primeras horas se acercan a lavarse a las orillas alcanzamos el lago y comenzamos a recorrerlo de sur a norte. Pronto observamos grupos de pescadores, en este caso son recogedores de algas del lago.
Llegamos al otro extremo del lago donde nos adentramos en uno de los numerosos pueblos flotantes que se asientan en sus aguas.
Hay más de 200 aldeas de este tipo diseminadas por el lago.
Es increíble ver familias y familias que viven en humildes palafito rodeados de agua, y la única forma que tienen de salir de su casa es por medio de pequeñas barcas de madera.
Es la hora de ir al colegio y muchas madres llevan a sus hijos de la única manera posible, en barca.
Continuamos hacia el norte y el lago queda atrás pero seguimos por estrechos canales de agua rodeados de vegetación acuática que nos van llevando de población en población, todas ellas con la totalidad de sus habitantes en casas flotantes.
Llegamos por fin donde está situado el mercado local. El trajín de embarcaciones de los lugareños es grande.
En el mercado se negocia con madera y ganado junto al río.
Una herrería muy primitiva.
Y muchas caras sonrientes...
A pesar de que hay turistas, no lo vamos a negar, nos pareció un mercado muy autentico y disfrutamos bastante recorriéndolo.
En las proximidades del mercado existe un templo que nos acercamos a visitar. Nos gusto por ser el primero que visitamos en Myanmar, luego serían tantos y tantos los que vimos que seguramente nos hubiera pasado este inadvertido.
Es hora de regresar a las canoas.....
Camino de vuelta pronto nos desviaremos por el laberinto de pueblos flotantes que llenan este lago.
Y comenzamos las visitas "turistadas" que no queda más remedio que tragar. Alguna con más interés que otras....
Una de ellas algo interesante es de tejidos realizados con loto que son muy característicos de la zona y se realizan con mucho mimo partiendo de las fibras del tallo que actúan como hilo. A pesar de que la confección de ropa para Buda, fulares, chaquetas, camisas y corbatas con este material requiere tiempo, los artesanos lo utilizan pues creen que la flor de loto espanta los malos sentimientos y atrae a la buena suerte.
En las cercanías del telar vemos plantaciones de lotos...
Trabajadora con la ardua labor de extraer del loto las minúsculas fibras con las que se elaboran los tejidos.
Otra visita interesante fue una fábrica de tabaco. pequeña “fábrica” sobre palafitos en el agua, se lían los cigarros tradicionales birmanos (cheroot), en un ritual arcaico pero rápido. Se lía un 40% de tabaco, mezclado con una pizca de anís, hierbas y miel en una hoja de cheroot, que es de donde toma el nombre.
Otra visita fue a una fábrica de plata y luego nos negamos a ver las mujeres jirafa ya que nos pareció un circo humano.
Continuamos nuestro recorrido por el lago y observamos la capacidad que tienen para plantar y cosechar directamente sobre el agua. Estos jardines flotantes– sostenidos por cañas de bambú ancladas en el fondo del lago- es uno de los puntos más interesantes que se pueden visitar: No obstante nuestro guia nos llevó por canales muy anchos en los que sinceramente solo los pudimos ver algo de lejos..
Además paseando por el templo tenemos vistas muy bonitas hacia los canales del lago Inle
Y regresamos a nuestro hotel recorriendo de vuelta la longitud del lago observando algo, que a pesar del comienzo del auge del turismo, continúan siendo las mismas estampas de siglos atrás: los clásicos pescadores- objetos de deseo del fotógrafo viajero- ejerciendo la técnica tradicional de pesca, que consiste en remar con una pierna, y así dejar las manos libres para manejar las redes y la cesta a modo de cepo. Muchas veces golpean el agua con el remo, y no es por salpicar a lo loco, sino para asustar a los peces y que de esa manera huyan hacia donde ellos quieren: a la red.
He de reconocer que en cierto punto el Lago Inle me dejó un poco defraudado. Es cierto que el paisaje es bonito pero lo he visto demasiado artificial para el turismo. Solo quedan algunos pescadores a la antigua usanza, la vida que observas en las aldeas según las cruzas y algo el mercado, el resto bastante turistada...
Además la agencia que nos hizo la excursión creo que nos dejó un par de sitios interesantes para ver, centrándose en exceso en las tiendas.
Ya de noche tras un descanso en el hotel salimos a cenar a un RESTAURANTE muy recomendado:
DIA 2 LAGO INLE.
NOTA.No pretendo que estos reportajes sean una guía de viaje completa. En internet hay blog y foros increíbles en cuanto a información.
Pretendo que quede reflejado en mi blog los recuerdos de este viaje maravilloso y si sirve de algo el planing de viaje que hicimos pues mejor que mejor.
Tras aterrizar el primer día en Rangón por la tarde fuimos directos al hotel a descansar. Al día siguiente tomamos el vuelo a Heho aeropuerto cercano al lago Inle. En Myanmar se pierden días enteros en los desplazamientos a las zonas que quieras visitar. Este día entre retrasos de vuelos, y la hora que se tarda en llegar desde el aeropuerto al lago perdimos el día así que solo pudimos dar una vuelta en el pueblo donde se aloja la mayoría de viajeros que quieren conocer Inle.
Nyaungshwe, se encuentra comunicada con lago gracias a un canal de aproximadamente 4 kilómetros, lo que aleja a la considerada como Reserva Natural de cualquier alboroto y estropicio urbano que se precie.
No hay mucho que hacer en Nyaungshwe excepto descansar, comer y dormir. Así que aprovechamos la tarde (PRIMERO PARA RESERVAR LA EXCURSION AL LAGO INLE DEL DÍA SIGUIENTE) y luego para hacernos un maravilloso masaje e ir al Night Market a cenar
Apenas había extranjeros y comimos con los locales. Aquí ya comenzamos a darnos cuenta de la MAYOR RIQUEZA DE ESTE PAÍS: SU GENTE. SENCILLAMENTE INCREIBLES.
La comida en zonas turísticas es comida más bien estilo tailandesa o china. He de reconocer que de este viaje quizá haya sido el punto débil del país.
Eso si, en general realmente barato, si sabes salirte de las zonas preparadas para el turismo.
Este plato por ejemplo.. al cambio 1 euro.
A la mañana siguiente realizamos la principal actividad que se puede hacer aquí. La excursión al Lago Inle. Nosotros hicimos solo al lago principal. Hay excursiones que te llevan a un lago más alejado.
Es interesante madrugar para que te puedan llevar al mercado local que se celebra en las localidades del lago. Nunca es en un sitio fijo y va cambiado según el día de la semana. A nosotros nos tocó en una población muy alejada. En el otro extremo del lago así que nos llevó más de una hora de barca llegar hasta el, pero vale la pena.
Arrancamos muy temprano en el embarcadero de la población, repleto de barcas preparadas para el turismo. Y es que Myanmar sin estar en absoluto masificado, si que tiene algún punto como este en el que el turismo se deja notar.
Tras unos primeros kilómetros por el canal que nos lleva al lago, donde vamos observando la vida cotidiana de sus gentes que a estas primeras horas se acercan a lavarse a las orillas alcanzamos el lago y comenzamos a recorrerlo de sur a norte. Pronto observamos grupos de pescadores, en este caso son recogedores de algas del lago.
Llegamos al otro extremo del lago donde nos adentramos en uno de los numerosos pueblos flotantes que se asientan en sus aguas.
Hay más de 200 aldeas de este tipo diseminadas por el lago.
Es increíble ver familias y familias que viven en humildes palafito rodeados de agua, y la única forma que tienen de salir de su casa es por medio de pequeñas barcas de madera.
Es la hora de ir al colegio y muchas madres llevan a sus hijos de la única manera posible, en barca.
Continuamos hacia el norte y el lago queda atrás pero seguimos por estrechos canales de agua rodeados de vegetación acuática que nos van llevando de población en población, todas ellas con la totalidad de sus habitantes en casas flotantes.
Llegamos por fin donde está situado el mercado local. El trajín de embarcaciones de los lugareños es grande.
En el mercado se negocia con madera y ganado junto al río.
Una herrería muy primitiva.
Y muchas caras sonrientes...
A pesar de que hay turistas, no lo vamos a negar, nos pareció un mercado muy autentico y disfrutamos bastante recorriéndolo.
En las proximidades del mercado existe un templo que nos acercamos a visitar. Nos gusto por ser el primero que visitamos en Myanmar, luego serían tantos y tantos los que vimos que seguramente nos hubiera pasado este inadvertido.
Es hora de regresar a las canoas.....
Camino de vuelta pronto nos desviaremos por el laberinto de pueblos flotantes que llenan este lago.
Y comenzamos las visitas "turistadas" que no queda más remedio que tragar. Alguna con más interés que otras....
Una de ellas algo interesante es de tejidos realizados con loto que son muy característicos de la zona y se realizan con mucho mimo partiendo de las fibras del tallo que actúan como hilo. A pesar de que la confección de ropa para Buda, fulares, chaquetas, camisas y corbatas con este material requiere tiempo, los artesanos lo utilizan pues creen que la flor de loto espanta los malos sentimientos y atrae a la buena suerte.
En las cercanías del telar vemos plantaciones de lotos...
Trabajadora con la ardua labor de extraer del loto las minúsculas fibras con las que se elaboran los tejidos.
Otra visita interesante fue una fábrica de tabaco. pequeña “fábrica” sobre palafitos en el agua, se lían los cigarros tradicionales birmanos (cheroot), en un ritual arcaico pero rápido. Se lía un 40% de tabaco, mezclado con una pizca de anís, hierbas y miel en una hoja de cheroot, que es de donde toma el nombre.
Otra visita fue a una fábrica de plata y luego nos negamos a ver las mujeres jirafa ya que nos pareció un circo humano.
Continuamos nuestro recorrido por el lago y observamos la capacidad que tienen para plantar y cosechar directamente sobre el agua. Estos jardines flotantes– sostenidos por cañas de bambú ancladas en el fondo del lago- es uno de los puntos más interesantes que se pueden visitar: No obstante nuestro guia nos llevó por canales muy anchos en los que sinceramente solo los pudimos ver algo de lejos..
La última visita fue al denominada por los turistas Monasterio de los gatos saltarines
Su nombre "turístico" es debido a que los monjes que debían de estar muy aburridos, se dedicaron a enseñar a los gatos a hacer piruetas, saltar por dentro de aros etc... sin embargo el gobierno prohibió tal espectaculo y ahora ya solo vemos gatos remoloneando por todos los rincones del templo. no obstante hay que destacar el valor estético de este templo por su
construcción sobre pilares de madera y por su gran colección de budas de
diferentes épocas.
Pero lo que más nos gusto es el ambiente de vecindad de este templo con familias enteras que van a pasar el día en su entorno, los monjes que rezan sus mantras o pasean por su interior y no les molesta tu presencia y todo esto siempre con enormes sonrisas y muchas ganas de entablar conversación con nosotros.
Además paseando por el templo tenemos vistas muy bonitas hacia los canales del lago Inle
Y regresamos a nuestro hotel recorriendo de vuelta la longitud del lago observando algo, que a pesar del comienzo del auge del turismo, continúan siendo las mismas estampas de siglos atrás: los clásicos pescadores- objetos de deseo del fotógrafo viajero- ejerciendo la técnica tradicional de pesca, que consiste en remar con una pierna, y así dejar las manos libres para manejar las redes y la cesta a modo de cepo. Muchas veces golpean el agua con el remo, y no es por salpicar a lo loco, sino para asustar a los peces y que de esa manera huyan hacia donde ellos quieren: a la red.
He de reconocer que en cierto punto el Lago Inle me dejó un poco defraudado. Es cierto que el paisaje es bonito pero lo he visto demasiado artificial para el turismo. Solo quedan algunos pescadores a la antigua usanza, la vida que observas en las aldeas según las cruzas y algo el mercado, el resto bastante turistada...
Además la agencia que nos hizo la excursión creo que nos dejó un par de sitios interesantes para ver, centrándose en exceso en las tiendas.
Ya de noche tras un descanso en el hotel salimos a cenar a un RESTAURANTE muy recomendado: