REFUGIO COLLADO JERMOSO DESDE PANDETRAVE

A COLLADO JERMOSO DESDE PANDETRAVE





DATOS DEL RECORRIDO

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  • Inicio y fin del recorrido:  Horcada de Valcabao
  • Accesos:   Desde el Puerto de Pandetrave sale una pista que con cuidado es apta para todos los vehículos.
  • Fecha de realización de la ruta: Julio 2015
  • Tiempo total:   10 horas con paradas
  • Distancia total:  17 kilómetros
  • Desnivel acumulado:  1.000 metros.
  • Altura máxima: 2.180 m. (Las Colladinas)
  • Altura mínima: 1.775 m. (Caben de Remoña)
  • Recorrido: Valcabao--;Sedo Remoña--;Vega de Liordes--;Sedo Padierna --;Refugio Collado Jermoso
  • ¿Recomendable para niños?: NO
  • Dificultad del recorrido: ALTA : Recorrido cuyo único punto de dificultad se encuentra en el sedo Remoña, aunque es muy fácil de recorrer, la piedra suelta y la sensación de verticalidad al descenderlo puede atragantarsele a quien no esté acostumbrado a estos terrenos.  Se puede evitar sin problema si subimos por la canal de Pedabejo como explico más adelante.
    El recorrido se complica enormemente si lo hacemos fuera del verano donde los neveros en el sedo Padiorna o en la zona de las Colladinas pueden ser peligrosos de superar.



TRAMO 1: VALCABAO - SEDO REMOÑA - VEGA DE LIORDES





Para iniciar el recorrido vamos adentrarnos con nuestro coche, varios kilómetros,  por la pista que parte desde el mismo Puerto de Pandetrave en dirección norte.

Desde el 2013 se permite de nuevo el tránsito de vehículos por la pista hasta la horcada de Valcabao donde podemos aparcar.
 Este tránsito está pendiente de ser regulado pero de momento está permitido, lo que ahorra una hora de camino por pista.




En Valcabao (1.785 m.) hemos de seguir por la pista que sale a nuestra izquierda en sentido de subida, el ramal de la derecha se dirige hacia Fuente Dé por vertiente lebaniega.
La pista tras una primera rampa comienza un suave descenso acercándose a los murallones sur de la Torre de Salinas.


 

A nuestra izquierda el valle de Valdeón cubierto por la niebla.  Mientras que al otro extremo del valle, resurgen de entre las nubes las cumbres del Cornión.




 En pocos minutos   llegamos al Cabén de Remoña (1.775 m.) donde la pista se transforma en camino, el cual sube entre escobales hacia las joyas de Pedabejo.

Nos fijamos que hay vehículos aparcados, pero aunque es cierto que la pista te permite llegar con ellos hasta aquí, existe el peligro de que nos puedan multar.



Alcanzamos las joyas de Pedabejo (1.820 m.),  unos pocos metros por debajo del sendero existe un abrevadero, último sitio donde recargar agua hasta el refugio (en veranos muy secos puede no tener agua).
Aquí hay dos opciones:  (flechas amarillas) Seguir el camino más marcado que pierde algo de altura hasta coger la canal de Pedabejo, esta opción es la más sencilla, aunque algo más larga y menos vistosa.
La otra opción es la de subir por el sedo de Remoña (flecha roja) es más corta aunque algo más expuesta, pero lo compensa con un inigualable atractivo.



 Decidimos ascender por el sedo Remoña.   Para coger el sedo hemos de subir a nuestra izquierda hacia el pedrero y luego hacia la base de la peña.  El sendero está muy marcado.




Una vez en la base de la peña, nos enfrentamos al tramo más vertical.  No obstante se sobrepasa apenas teniendo que usar las manos en un par de tramos.






Alcanzamos un pequeño hombro que da vista a una vertical canal que hemos de dejar siempre a nuestra derecha.  Ascendemos pegados a la peña.






Cruzamos hacia la derecha la canal en su parte más alta y nos subimos a una preciosa horcada donde tenemos estas impresionantes vistas.




 Llegados arriba ambos caminos se juntan y ascienden  alcanzando rápidamente el Alto de la Canal o Collado de Remoña (2.030 m).  Vale la pena detenerse a disfrutar de las vistas que desde aquí se tienen sobre la Vega de Liordes y las cumbres que nos rodean.




El sendero comienza a perder altura mientras a nuestra izquierda vamos dejando atrás las cumbres de la Torre Salinas y  del Hoyo de Liordes.




A la derecha cerrando la vega de Liordes por el sur las cumbres de la Peña Regaliz y la del Tiro Pedabejo




Atravesamos una portilla de madera y llegamos a un cruce en la que tenemos dos opciones:
Podemos tirar a la izquierda y bordear la vega de Liordes por la parte alta sin perder altura (opción que escogimos).
 La otra opción es la de  bajar a la vega de Liordes y cruzarla, aunque se pierde un poco más de altura que luego se debe volver a ganar.

Vamos dejando a nuestra derecha el inmenso poljé de la vega de Liordes, una de las mayores praderas de Picos.
La vega de Liordes todavía conserva algunas huellas de su pasado minero, como bocaminas o escombreras. Los trabajos de extracción de cinc se desarrollaron principalmente en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.   para bajarlo a Fuente Dé se utilizaban carros de bueyes que salvaban un desnivel de 900 metros por el  camino de los Tornos de Liordes.
 




TRAMO 2:  VEGA DE LIORDES - SEDO PADIERNA - COLLADINAS - COLLADO JERMOSO




El terreno es cómodo y dejamos atrás el recorrido por la caliza para atravesar una zona de pastos.  Un oasis de color en este mundo de piedra.





 El camino gana algunos metros en dirección a la larga barrera rocosa que separa la gran depresión de Liordes del circo meridional del Llambrión, antes de llegar a ella alcanzamos el amplio collado de la Padierna (2.000 m.) encrucijada de caminos.  Desde aquí podemos descender dirección oeste por la canal de La Sotín camino que nos llevaría a Cordiñanes, también tenemos un sendero que en dirección sureste cruza Liordes en busca del collado homónimo donde arranca el camino de los Tornos de Liordes que nos desciende hasta Fuente De.

Desde el collado Padierna miramos en dirección noroeste, pegado a la peña arranca el sedo de la Padierna que es el sendero que hemos de tomar.



El sedo de la Padierna tiene una anchura suficiente para no dar sensación de peligro, aunque las caídas hacia nuestra izquierda son de vértigo. El sendero asciende tallado en algunos tramos a la roca



Las que mandan en este terreno son ellas.


Finaliza el ascenso por el sedo, aunque este continua horizontalmente unos cuantos metros muy espectaculares
que


Las vistas sobre el arranque de la canal de La Sotín y el Llagu Bajero son inmejorables.



Nos iremos dirigiendo a la base de la Torre de la Mina de Carbón donde hemos de ascender por una marcada rampa herbosa que nos alzará a la primera de las Colladinas.


 Terminado el sedo, vamos llegando al hoyo del Llago Cimero, que aunque no lo veremos a simple vista, se encuentra a nuestra derecha. Nosotros ascenderemos por la zona de hierba acercándonos a la vertical cara sur de la Torre de las Minas de Carbón 
 

Nos alzamos a la primera de las Colladinas  (2.180 m.)


Las Colladinas son un total de cinco pequeños collados colgados hacia el abismo, este es un punto delicado a pasar en invierno o con cantidad de nieve, en verano no tiene dificultad alguna. 



En la penúltima de las colladas nos alzamos a la pequeña cumbre  situada a su izquierda. Vale la pena el pequeño desvió para disfrutar de sus estupendas vistas.





Desde ella tenemos una visión fantástica del refugio de Collado Jermoso. Por el camino marcado llegaremos a el pasando antes por la última de las colladas.



Alcanzamos el refugio Diego Mella, más conocido como Jermoso.
Situado a 2065 m., este refugio es, para mi opinión, el más guapo  de los Picos de Europa, por su estructura, situación y ambiente.
Colgado sobre la canal de La Sotín, enfrentado a la cara norte de la Torre del Friero, bajo la imponente fisura del diedro sur de la Torre Peñalba y arropado por la muralla del Llambrión, es un balcón privilegiado sobre el valle de Valdeón. 
El emplazamiento del refugio fue idea de Diego Mella primer presidente de la Federación Leonesa de Montañismo, quien ya visitó el lugar en 1930 camino del Llambrión. 
Un lujazo el disfrutar de cerveza de barril, más aún con los rigores del verano.



Una vez situados en el refugio, y si no podemos alcanzar las cumbres principales que nos rodean (Palanca o Llambrión), siempre podemos acercarnos a la Torre Jermoso situada justo encima del refugio. 



La cumbre es un inigualable mirador.  Hacia el sur cae a pico hacia la Canal de Sotín y en el otro extremo de la canal la impresionante cara norte del Friero con su famoso Corredor Norte. Un clásico invernal donde hay que salvar un desnivel de 1.000 metros.



Fantástica la vista hacia el valle de Valdeón y hacia el macizo del Cornión.



 En el descenso tenemos esta panorámica sobre el refugio, donde se puede apreciar el privilegiado lugar en el que se asienta.



El regreso lo haremos siguiendo el mismo recorrido, teniendo que afrontar nada más comenzar, el ascenso nuevamente a las Colladinas que con el calor de la tarde se hace bastante duro.

En la foto se ve el sendero llegando a la última de las colladinas.



Tenemos que afrontar un último repecho para alzarnos al Alto de la Canal o Collado de Remoña, y una vez en el, elegir una de las dos opciones para descender a Cabén Remoña:  La sencilla a través de la canal de Pedabejo o la más complicada por el sedo Remoñá(al descender cuidado porque el terreno está bastante descompuesto).  Pero toda dificultad la compensa estas vistas sobre el mar de nubes que cubre la Liebana.



OYU LA MADRE Y CANTÓN DE TEXEU DESDE GAMONEO

OYU LA MADRE Y CANTON DE TEXEU DESDE GAMONEO (POR EL CAMÍN DEL PUERTO Y EL CAMÍN DE LA MAEDA)

DISTANCIA TOTAL  16,5 KILÓMETROS
DESNIVEL ACUMULADO  1.150 METROS

MAPA DEL RECORRIDO

 
 Remís y Esprón son los dos núcleos integrados dentro del Gamoneo de Onís. En Remís recibimos la carretera que viene de Demués. Algo más arriba se encuentra el más poblado pueblo de Esprón. Podemos optar por dejar el vehículo aquí o bien subir a los barrios que forman Gamoneo de Cangas para tenerlo más cercano en nuestro regreso.

Nosotros optamos por dejar el vehículo en Gamoneo de Cangas, para ello ascendemos al collau Prao Redondo (550 m.) y tomamos en el mismo collado la carretera que sale a mano derecha al barrio de Los Cuetos (535 m.), aparcaremos  junto a la iglesia de Santa María Magdalena cuya construcción se puede situar entre los siglos XV y XVI


Nos dirigimos por carretera hasta Gamoneo de Onis ,al barrio de Esprón (500 m.). A la entrada nos separamos de la carretera, descendemos por el pueblo hacia la derecha  y tomamos un ancho camino que se dirige hacia el sur hacia un grupo de cabañas que vemos en la foto.



No cogemos el ramal que pasa junto a la ermita de Santa Marina , sino que seguimos por el superior hacia las cabañas


Un vistazo atrás hacia el barrio de Esprón.


 Pasamos las cabañas hasta que muere la pista, dando paso al viejo camino empedrado del puerto.
Este inicia un descenso, entre las murias de los prados y algún invernal
 

Cruzamos la riega de la Carcava normalmente seca (430 m.). Tras cruzarla avanzamos por un tramo de sendero perfectamente empedrado que en ligero ascenso nos lleva a superar la loma que nos separa de la siguiente riega.



El camino, empedrado en su mayor parte, discurre al resguardo de un bosque de castaños.



 Realizamos un nuevo descenso donde el sendero traza un par de revueltas  hasta llevarnos a La Cañada, donde sus aguas se cuelan bajo los troncos de un antiguo puente  (400 m.)




Pasada la riega de La Cañada se inicia el ascenso hacia la collada Entrepeñas. El camino del puerto se ciega entre la maleza y el barro, aunque tras cruzar un pequeño regato recupera su amplia caja empedrada. Remonta entre un limpio castañar hasta  salir a la pista hormigonada (500 m.) que nos llevará ya hasta la collada.
 

 En el ascenso por la pista iremos encontrando varias cabañas en buen estado de conservación.  Si nos fijamos hacia el suroeste vemos la accidentada ladera de la sierra del collado Pereu.  Por ella discurre el sendero de la Maeda por donde descenderemos en nuestro regreso.


 Alcanzamos la collada de Entrepeñas (680 m). Lo mejor es subir el talud que cierra el rellano de la pista, y atravesar la pradera en diagonal. Al otro lado del prado que forma la collada retomamos el viejo camino del puerto.



Al devolar la collada damos vista al valle Cobarallu.

 El camino del puerto   gana altura paulatinamente  por una zona de arbustos en los que dominan los acebos y pronto nos topamos nuevamente con los tramos empedrados   que alternan con zonas de mucho barro y profundos cortes del enconchado del camino.

Observamos como por el cordal que cierra la otra vertiente del valle remontaba el Camino de la Reina, hoy reconvertido en amplia pista,




Entramos en una zona de ladera abierta, en pleno flanqueo de la Sierra de Escarandi. Por debajo del camino llama la atención el aislado emplazamiento de Coballos,  una pradera cercada en cuyo interior vemos una cabaña en un buen estado aparente.





En este tramo el camín del puerto se encuentra en perfecto estado y bien empedrado.



El camino del puerto prosigue su continuo flanqueo ascendente por las laderas del Cuetu Salgaréu, en su último tramo hasta alcanzar el collado homónimo.


Alcanzamos el collado Salgareu (988 m.)


Desde el collado apreciamos claramente la mole del Cantón del Texeo, hacia su base nos dirigimos, punto donde entroncaremos con la pista que proveniente de Demués muere a los pies del Cantón


Mientras nos dirigimos hacia el Cantón dejamos a nuestras espaldas el valle Llampazas que desemboca en la amplia vega Comeya hacia la que luego descenderemos.



Muy próximas a la pista, unos metros por encima de ella en dirección este, se encuentran dispersas las cabañas que forman la majada de Soñin de Arriba (1.050 m.)



Para llegar al Oyu la Madre lo haremos desde el mencionado  punto en el que muere la pista.  Aquí  giraremos a nuestra izquierda y bajaremos por un marcado valle (valle de Entrerrobles) que desciende en dirección (Este) próximo a los farallones del Cantón.


Descendemos por este valle hasta el punto que vemos en la foto donde existe los restos de una faya seca, situada a una altitud aproximada de 910 metros.  Aquí hemos de girar a la derecha subir una mínima llomba y descender por el valle de la derecha.  No obstante el sendero (por lo menos en invierno) se muestra bastante evidente.


Situados junto a la faya, miramos la parte inferior del valle de Entrerrobles por donde hemos descendido.


Nos adentramos en una zona boscosa algo embarrada por la que descendemos hasta el fondo del valle del Casaño ya muy próximos a su nacimiento.


Llegamos al Río Casaño.


Lo remontaremos unos metros hasta llegar al Oyu la madre.



Llegamos finalmente al Oyu de la Madre (800 m.), el lugar de nacimiento del río Casaño, cuyas aguas surgen en una cascada que
mana del interior de la tierra a través de unas grietas en la caliza. 
En las épocas de lluvia y deshielo, el chorro de agua
es imponente.


 Este río se abastece para su nacimiento de múltiples regueros de la zona de Belbín, Espines.... que se sumen en el interior de la tierra formando un lago subterráneo bajo la vega de Belbín  

 

Su cavidad fue explorada por primera vez en el año 1977 por espeleólogos suizos, y son muy pocos los que se adentran en sus dificultosos sifones.


Tras un buen rato disfrutando de este precioso rincón, desandamos nuestros pasos para ascender los 250 metros de desnivel que nos llevan nuevamente hasta los pies del Cantón de Texeu.  Otra vez nos situamos en el punto donde finaliza la pista. 
Nuestro objetivo será la ascensión al 
Cantón del Texeu este enorme bloque calizo cortado a pico prácticamente por todas sus vertientes, tan sólo muestra debilidad en su vertiente sur hacia la que nos dirigiremos. Para ello tomaremos el claro camino empedrado  que nos lleva al Jorcaín del Cantón y que rodea la peña por su derecha.



Alcanzando el Jorcaín del Cantón (1.075 m.) a nuestras espaldas la vega Comeya


Una vez rodeado el Cantón nos situamos en su base meridional por la que acometeremos su ascensión. Buscaremos una vira diagonal que nos llevara a la zona donde el murallón vertical apenas supone un resalte de poco más de 5 metros.


En la ancha vira diagonal que nos llevará a la última trepada.


Este es el único resalte de poco más de 5 metros que se supera con una sencilla y entretenida trepada.


Una vez superado este corto tramo de trepada se accede la zona alta del Cantón del Texéu con dos cumbres, una al oeste y la principal al este (1.165 m) cuya cima vemos en la foto.


Vistas hacia el sur, donde destacan al fondo las cumbres principales del Cornión.



Hacia el norte a nuestros pies la majada de Soñín de Arriba y separándonos de los desventíos de Peña Ruana la profunda foz del Río Casaño en cuya cabecera se encuentra el Oyu la Madre.


Descendemos nuevamente por la vertiente sur hasta situarnos otra vez en el Jorcaín del Cantón.  Desde aquí descenderemos por entre las praderías hacia la parte baja del valle Llampazas en busca de la Vega Comeya, 


El Cantón y a su derecha el Colladín o Jorcadín del Cantón desde la parte inferior del valle.


Antes de llegar a la vega Comeya, hemos de atravesar el Llanu Pipón  (880 m.) atravesado por los meandros del  arroyo que lo cruza.



entre Pipón y la Vega Comeya se encuentra una ínfima elevación con algún fresno y caliza surgiendo entre la verde pradería y en la que se asientan los restos de la majada Comeya


 Al oeste de la majada se extiende la hermosa y enorme Vega Comeya.
Comeya es lo que se denomina un poljé: una depresión cerrada de fondo plano recorrida por un arroyo que se sumerge. Es producto de la colmatación de un antiguo lago de origen glaciar.
en esta Vega de Comeya existio en la primera mitad del siglo XX una gran actividad minera ya que en ella se lavaba y trataba el mineral extraido en las minas superiores y que se bajaba por El Escaleru. Aquí estaban el lavadero y las balsas de decantación de las aguas utilizadas. Se obtenían maganeso, hierro y hierro maganesífero.

Hemos de fijarnos en un marcado collado situado en el extremo norte de la vega a la derecha de la Porra Uberdón.  Se trata del Llano Cantu, hacia donde hemos de dirigirnos.  Iremos muy cerca del fondo de la vega evitando hundirnos en las numerosas llamargas que la ocupan.  Otra opción es ir a media ladera, pero encontramos muchas cotollas que nos dificultaron el avance.


Un vistazo atrás muy cercanos ya al Llanu Cantu (898 m.)


Una vez en el Llanu Cantu, hemos de cruzar a la vertiente norte del collado donde el paisaje cambia radicalmente.  Nos situamos en la quebrada ladera nororiental de la Porra Uberdón que cae casi vertical sobre las riegas de la Carcaba y la Cañada (que hemos cruzado esta mañana en su parte inferior).
Hemos de encontrar el denominado sendero de "La Maeda".Una Maeda es un paso malo para las vacas. Por todos los flancos de esta sierra, cortan escabrosos senderos en busca de buenos pastos para el ganado menor, denominadas maedas.
  Este por el que descenderemos fue quizá el más usado y aún a día de hoy, nos comentó un pastor de Gamonedo que sigue usándolo para subir, de forma más directa a los puertos, a vigilar su ganado.

 Para intentar encontrar el sendero, una vez traspasado el collado  hemos de girar hacia la izquierda (dirección NO) justo por debajo de la cumbre de Uberdón apenas sin ganar ni perder altura, buscando cualquier pequeño vestigio del sendero.


Tras unos primeros instantes en que parece que no existe el antiguo sendero y que no va a ser factible el descenso por estas intrincadas laderas, por fin aparece  ante nosotros la traza difuminada del sendero.



Por suerte la hierba está pisada por la nieve que ha caído hace menos de un mes y la traza del sendero ya no tiene pérdida.  Como vemos este tramo es un continuo ladeo por la ladera de la Porra Uberdón sin variación de altura.


Tras superar un marcado hombro (820 m) el sendero comienza ya a descender.  En este descenso atravesaremos varias riegas casi verticales, en el que la humedad y la roca pulida por el desgaste del agua hace que tengamos que prestar atención al cruzarlas.


El sendero se hace más marcado cuanto más descendemos.  Incluso al cruzar la última de las riegas, atravesaremos un pequeño paso armado.
 Como curiosidad histórica, la asociación de vecinos Tabardín mencionan lo siguiente:
" El ejército moro, con el general Alkamah al frente, para aplastar la rebelión astur. 
En la batalla de Covadonga, las tropas que manda Pelayo causan incalculables bajas al enemigo. Solo la vanguardia consigue romper una salida hacia los Lagos, para luego cruzar el Cares y subir por Amuesa, aunque serían aniquilados por los cántabros en Cosgaya, 'La Liébana'. Pero un nutrido grupo desciende por Las Maedas hacia lo que es hoy Gamonedo, van hacia Demues y justo al cruzar el río Tabardín tropas astures eliminan a la totalidad de las fuerzas musulmanas, causando la muerte del propio general Alkamah."
 

En el descenso vamos viendo perfectamente el pueblo de Gamoneo, concretamente el barrio de Esprón.  Hemos de fijarnos en una llamativa cresta caliza, la Corona del Cantu, porque al collado situado al sur de la cumbre (Collado Pereu) hemos de dirigirnos.


Llegamos al Collado Pereu (678 m.) situado a los pies de la Corona del Cantu.  Aquí finaliza el precioso sendero de La Maeda.  Desde el collado hemos de descender a la izquierda dirección (Oeste)

Haremos el descenso arrimados a los contrafuertes calizos de la Corona del Cantu hasta que aparezca un marcado sendero  que irá rodeando la cumbre por su izquierda, hasta dar a su vertiente norte.


El sendero toma algo de altura hasta situarnos en un hombro que nos devola a la vertiente norte de la cumbre desde donde damos vista a Gamonedo de Cangas, con el barrio de Sogaedo en primer término.


  Una vez ya en la vertiente norte hemos de girar hacia la derecha siguiendo con nuestro rodeo a la cumbre. El marcado camino se desdibuja al entrar en una zona de praderías con mucha maleza, donde los innumerables senderos del ganado nos pueden hacer perder su traza. 
 Hemos de llegar a una portilla de madera que al cruzarla nos dejara a escasos metros de la carretera a la altura del collao Prao Redondo (donde hemos pasado esta mañana) y desde el que nos resta poco más de medio kilómetro hasta llegar al barrio Los Cuetos donde tenemos el vehículo