CASCADAS DE RADULE, BOSQUE DE AITONE Y CALANQUES DE PIANA (CORCEGA DIA 5)
Teniendo como base la población de Porto, realizaremos varias actividades tanto de montaña como costeras. En el día de hoy haremos 2 pequeñas excursiones en la zona alta, visitando las cascadas de Radule y el Bosque de Aitone para ver el atardecer desde las Calanques de Piana.
PLANO DE LAS ZONAS QUE VISITAREMOS HOY
Tras una noche lluviosa parece que el tiempo nos da una tregua por la mañana, así que tomamos el coche y ascendemos por la carretera D84 en dirección al Col de Vergio. Se trata de una preciosa carretera de montaña, solo a unos pocos kilómetros del Mediterraneo nos encontramos rodeado de cumbres que superan los 1.000 metros de altura. A nuestra izquierda vemos el pueblo de Ota.
Ante tal agreste escenario, como no podía ser menos, la cabra es la reina de este territorio.
A nuestra izquierda vemos una profunda garganta. Se trata de las Gorges de Spelunga en sus entrañas existe una ruta senderista que desde Ota asciende a Eivissa la población más importante de esta zona. Fue una pena no haber tenido tiempo para conocerlas.
Vale la pena hacer cada poco alguna parada para contemplar el maravilloso paisaje que se observa desde esta carretera.
Finalmente llegamos al Col de Vergio con más de 1.400 m es el puerto de montaña más elevado de la isla. En sus proximidades se encuentra la única estación de sky de Córcega.
Unas vistas desde el Col de Vergio.
CASCADA DE RADULE
En las proximidades del Col de Vergio existen varios recorridos montañeros y por aquí pasa el GR20. Nosotros nos decidimos por conocer las cascadas de Radule. Para ello bajamos por la vertiente opuesta del col de Vergio hasta una pronunciada curva a mano derecha, en un lugar llamado La Fer a Cheval donde dejamos el vehículo. Allí el sendero perfectamente marcado se adentra en un bonito bosque de pinos laricios de un tamaño extraordinario.
Abandonamos el bosque y tenemos a la vista la zona donde se encuentran las cascadas rodeados de cumbres que superan los 2.000 metros de altura.
Tras recorrer unos escasos 3 kilómetros llegamos hasta las cascadas de Radule, de considerable tamaño.
El lugar nos podría permitir un refrescante baño. El día no invitaba demasiado y la temperatura del agua para mi gusto demasiado fría.
Aquí podemos ver la parte alta de la cascada.
Existe la posibilidad de ascender valle arriba siguiendo las marcas del GR. Si quisieramos hacer una dura jornada montañera podríamos ascender a la cumbre del Paglia Orba con sus 2.520 metros. Nosotros solo avanzamos hasta este puente un poco por encima de la cascada.
La vuelta la haremos por el mismo recorrido contemplando el impresionante bosque de pinos de esta vertiente oriental del Col de Vergio
Es muy usual en esta zona encontrarse con "cerdos salvajes" que campan a sus anchas por estos montes. No obstante por lo visto todos tienen dueño pero se crían en absoluta libertad. Como veis están sobradamente acostumbrados a la presencia humana.
BOSQUE DE AITONE
Como aún tenemos tiempo de sobra vamos a realizar otro corto recorrido por la zona. Descendemos en dirección a Porto desde el Col de Vergio y a medio camino entre este y Eivissa, a mano derecha vemos señalizada la ruta. En este primer tramo vamos muy por encima del valle.
El camino va siempre por el interior del Bosque de Aitone con estos impresionantes ejemplares de pino laricio. Este tipo de pino llega a alcanzar los 50 metros de altura y pueden llegar a tener unos 1.000 años de vida.
El camino termina en una zona de escalones rocosos por donde descendemos.
Nos lleva al fondo del valle donde encontramos una zona de pozas denominada las piscinas de Aitone.
Desde estas pozas existe un sendero marcado, forma parte del otro gran GR que recorre esta isla. El Mare e Monti, y que nos llevaría hasta el Coll de Vergio. Primero cruza el río por este bonito puente colgante.
Comienza a coger altura, desde donde observamos todo este bosque de Aitone.
El fuerte ascenso nos lleva hasta este collado donde el sendero comienza a descender nuevamente hasta el fondo del valle.
Vistas desde el collado. Al fondo del todo el Coll de Vergio.
Al bajar al fondo del valle, me llamó especialmente la atención encontrar ejemplares de hayas, algo excepcional al tratarse de una isla mediterranea, supongo que estos valles de la zona occidental de Córcega tienen un microclima más lluvioso que el resto de la isla. Y hablando de lluvia, estas nubes amenazadores fueron las que nos hicieron darnos la vuelta.
CALANQUES DE PIANA
Las Calanques de Piana son un sitio natural espectacular que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1983.
Para visitarlas hemos de tomar la carretera D83 que desde Porto se dirige en dirección sur hacia la población de Piana. Quizá sea la carretera más espectacular de las muchas que hemos recorrido en Córcega, pero en meses de verano lo más probable es que se forme un tapón inmenso debido a su estrechez y el enorme tráfico que soporta.
Una tortuosa subida nos da estas preciosas vistas sobre la población de Porto
Las calanques se presentan ante el visitante como imponentes bloques rocosos esculpidos que recuerdan, a veces, a siluetas de animales. De hecho, hay una formación rocosa llamada “tête de chien” (“cabeza de perro”). Incluso hay otra conocida como “Corazón en la montaña” por su forma de corazón. Muchas de ellas tienen una altura de 300 metros, lo que las hace todavía más espectaculares.
Existen varios recorridos senderistas para disfrutar de este paisaje de cuento. Es muy recomendable su visita al atardecer cuando los rayos de sol acrecientan el rojizo de sus formaciones rocosas.
Escogimos en esta ocasión el sendero más sencillo y corto.
La ruta del “château fort” . El punto de partida es en la carretera D81, 800 metros antes del chalet des Roches Bleues (como punto de referencia pueden tomar la “tête de chien” "Cabeza de Perro" de la que hablábamos antes).
desde este punto parte el sendero hacia el Chateau Fort, con marcas azules que se adentra en este pequeño bosquete.
Avanzamos entre curiosas formaciones rocosas erosionadas por la acción del agua y el viento
Contemplamos un pequeño atasco en la carretera que cruza este maravilloso paraje.
En aproximadamente media hora llegamos a nuestro destino, una plataforma rocosa sobre el mar con esplendidas vistas sobre el mar entre Porto y Piana
Vale la pena quedarse a ver la puesta de sol, de las más bonitas de la isla.
Vistas hacia el interior.
Volvemos por el mismo recorrido disfrutando de las curiosas formaciones rocosas de este rojizo tan intenso.
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