🏔️ Día 3 en Dolomitas – Ascensión al Pico Lagazuoi por el Paso de los Austriacos y Galería Lagazuoi
El tercer día en Dolomitas lo comenzamos con previsiones de tormenta, así que decidimos optar por una ruta corta pero intensa, con un buen desnivel y muchísima historia. Aunque inicialmente el Pico Lagazuoi no nos atraía demasiado (por su fácil acceso en telecabina y la masificación que ello implica), al final la ruta superó con creces nuestras expectativas.
📌 ¿Por qué merece la pena esta ascensión?
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Subimos por el Paso de los Austriacos, una ruta espectacular y poco transitada, con una pequeña ferrata fácil que no presenta complicaciones técnicas.
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El descenso lo hicimos por la impresionante Galería Lagazuoi, un túnel excavado por el ejército italiano durante la I Guerra Mundial, que atraviesa el interior de la montaña durante más de 1 kilómetro. Es una auténtica experiencia caminar por ahí con frontal.
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La sorpresa del día fue la visita a la Cengia Martini, una travesía aérea y muy expuesta, utilizada como refugio y almacén por el ejército italiano. Solo por esta parte ya merecería la pena la ruta.
🪖 Un auténtico museo de la Gran Guerra
Ambos caminos —la subida y el descenso— convierten esta ruta en un verdadero museo al aire libre, con trincheras, refugios, nidos de ametralladoras y restos de estructuras de guerra que hacen el recorrido aún más fascinante.
⚙️ Detalles técnicos
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📍 Inicio/fin del recorrido: Paso Falzarego
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⛰️ Cumbre: Pico Lagazuoi (2.778 m)
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⏳ Duración: Unas 4-5 horas con paradas y visita a la galería
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🔺 Desnivel positivo acumulado: Aprox. 650 m
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🧗♂️ Tipo de ruta: Circular / ferrata sencilla + galería
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🧒 ¿Apta para niños?: Solo si están acostumbrados a rutas de montaña, con casco y frontal obligatorio
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⚠️ Dificultad: Moderada (impresiona por el ambiente, pero técnicamente asequible)
💡 NOTA: Es imprescindible llevar casco y frontal para recorrer los túneles de la Galería Lagazuoi.
Si no dispones de ellos, pueden alquilarse en una pequeña cabaña de madera situada junto al arranque del teleférico.
📸 En resumen: una ruta breve, intensa, con historia y paisajes espectaculares, alejada del bullicio del telecabina. Una lección de historia en altura y una de las sorpresas del viaje.
🔗 Puedes ver todos los recorridos que hicimos en Dolomitas aquí:
👉 [RECORRIDOS POR DOLOMITAS]
🚶♂️ Inicio del recorrido: Subida por el Kaiserjägersteig
Para comenzar esta espectacular ruta, nos desplazamos en coche hasta el Passo Falzarego (2.105 m), un paso de montaña situado en el corazón de los Dolomitas. Justo allí se encuentra el arranque del telecabina que asciende hasta el Refugio Lagazuoi (2.752 m). Sin embargo, nosotros decidimos evitar la vía fácil y afrontar la subida a pie, completando así un recorrido circular cargado de historia y naturaleza.
Arrancamos la caminata por una pista bien definida, siguiendo las marcas del sendero. Tras avanzar unos 300 metros, a nuestra izquierda aparece una desviación señalizada con el cartel “Sentiero dei Kaiserjägersteig” (Camino de los Cazadores del Emperador), también conocido como Austrian Mountain Path. Esta será nuestra ruta de ascenso.
Pronto alcanzamos una de las zonas más interesantes de la subida: las trincheras del ejército austrohúngaro, conocidas como el Puesto de Vonbank. A pesar del paso del tiempo, los restos de este enclave militar están sorprendentemente bien conservados, y permiten recorrer pasadizos, puestos de vigilancia y estructuras defensivas excavadas en la roca. Este tramo no solo aporta interés histórico, sino que también ofrece impresionantes vistas sobre el valle, combinando el dramatismo del pasado con la belleza de los paisajes dolomíticos.
A partir de aquí la pendiente se acentúa y el sendero comienza a subir mediante continuas zetas hasta que nos arrima a las verticales caídas del Lagazuoi
Nada mas nos ponemos en zona vertical, aparece el cable de vida y peldaños de ferrata. Todo muy sencillo.
Nos encontramos en el histórico Camino del Kaiserjäger, una antigua ruta de comunicación utilizada durante la Primera Guerra Mundial por el ejército austrohúngaro. A través de este sendero se transportaban alimentos, municiones y material desde el fondo del valle hasta las posiciones fortificadas en la cima del Lagazuoi.
Hoy en día, esta vía ha sido acondicionada como un "sentiero attrezzato", un camino equipado que permite recorrerla en su totalidad. Aunque no presenta grandes dificultades técnicas, sí es necesario prestar atención en los tramos más expuestos, donde se han instalado cuerdas fijas para mayor seguridad. Esta combinación de historia, montaña y vistas espectaculares hace del recorrido una auténtica joya alpina.
Alcanzamos esta horcada con un banco "estratégico" que nos permite disfrutar de esta escarpada zona. Lástima que la niebla no nos permita disfrutar más.
Desde la horcada, comienza el tramo de ferrata, que consiste en un tramo largo con cable de vida, con bastantes caídas a nuestra derecha
Atravesamos este llamativo puente.
Seguimos ahora por la zona donde vimos más necesario usar el cable.
Vistazo atrás al punto más conflictivo
Recorremos algunas galerías del frente austriaco
Seguimos ya por terreno menos aéreo.
Nos arrimamos a las verticales caídas del Lagazuoi
La niebla apenas nos permite disfrutar de las vistas, una pena porque tienen que ser espectaculares.
Los últimos metros antes de la cumbre por una serie de travesías que se asoman al abismo pero con anchura suficiente y por si acaso siempre provistas de "cable de vida"
Cumbre del Lagazuoi (2.788 M.), con un banco para descansar. Realmente la cumbre es una "romería" ya que se asciende desde el cercano "teleférico", no obstante la vía tanto de subida como de bajada que haremos, bien vale la pena.
Las vistas nulas por la niebla.
Descenso hacia el Refugio Lagouzzi (2.752 m.)
Vistas hacia el Mezo di FAnes
Desde el refugio tomamos la ancha pista por la que discurre el sendero 401 que desciende al terminal de telecabina, lo dejamos a la derecha para tomar siguiendo las marcas del sendero en busca de la galería , hacia ella descendemos por un corto escalonamiento equipado con cable..
La ruta discurre al hilo de una pared rocosa
Llegamos a los atrincheramientos austriacos, donde aun se observan los alambres que cerraban las trincheras.
Continuamos por una expuesta repisa sobre el despeñadero tajado por la explosión causado por la mina italiana explotada el 20 de junio de 1917 con la intención de volar los puestos austriaco
Alcanzamos la Punta Berrino espectacular mirador sobre el Passo Falzarego.
Observamos la increíble posición del refugio Lagazuoi
rente a nosotros se abre la entrada a la galería del Lagazuoi, uno de los testimonios más impactantes de la llamada guerra de montaña durante la Primera Guerra Mundial.
En esta fase del conflicto, los ataques frontales dejaron paso a una nueva estrategia: la guerra de túneles. Ambos bandos, incapaces de ganar terreno en la superficie, comenzaron a excavar galerías bajo la roca con el objetivo de colocar explosivos y volar las posiciones enemigas desde dentro de la montaña.
El Lagazuoi tuvo un papel clave en esta guerra subterránea. Los túneles excavados por el ejército italiano pretendían alcanzar el subpico del Piccolo Lagazuoi, fuertemente defendido por las tropas austrohúngaras. La idea era clara: detonar cargas masivas bajo las posiciones enemigas y desalojarlas mediante explosiones controladas.
Hoy en día, recorrer estos túneles es como caminar por un auténtico museo excavado en la roca, una experiencia única que mezcla historia, montaña y emoción a cada paso.
Al principio con el techo bastante bajo, pero luego se hace más holgado, toda la galería horada las entrañas del peñón en espiral ascendente
Impresionante la infraestructura necesaria y el trabajo que realizaron ya que estamos hablando de un túnel de algo más de 1km de longitud que perfora verticalmente la montaña!! todo una obra faraónica.
Dentro de las galerías hay escaleras y un cable útil que sirve de pasamanos, a veces hay ventanas que dan al vacío, como esta que vemos, que la foto no da la sensación de verticalidad que tiene
Recreación de alguno de los pasajes de la galería.
Otra recreación de una de las salas excavadas.
Para facilitar el tránsito por el túnel, en los trabajos de restauración de 1998 a 1999 se picó en el suelo una escalinata continua, aunque el cable ayuda en los resbalones, lo húmedo del suelo no deja de resultar traicionero.
Al finalizar la galería, una señal a la derecha nos indica el desvío hacia la Cengia Martini, una espectacular repisa colgada a media pared sobre el abismo, que se convierte en uno de los puntos más impresionantes de toda la ruta.
Durante la Primera Guerra Mundial, esta cornisa natural fue ocupada y fortificada por las tropas de montaña italianas, que resistieron heroicamente bajo condiciones extremas. A pesar de los repetidos intentos del ejército austrohúngaro por desalojarlas —incluyendo sucesivas voladuras con toneladas de roca lanzadas desde la cima—, los italianos mantuvieron la posición. Hoy la cornisa lleva el nombre del oficial al mando de aquel batallón: el Comandante Martini.
La Cengia se recorre girando a la derecha y siguiendo los cables de seguridad instalados a lo largo de la pared. El sendero bordea un largo espolón rocoso y desciende hacia una profunda canal que parte en dos la montaña, ofreciendo vistas vertiginosas y una sensación constante de caminar entre la historia y el vacío.
Vemos lo aéreo de esta repisa.
En la Cengia Martini aún se conservan los restos de refugios, cuarteles y pasillos excavados en la roca, testigos silenciosos del dramático enfrentamiento que tuvo lugar en estas alturas. Esta aérea repisa, colgada literalmente sobre el vacío, ofrecía una posición estratégica privilegiada desde la que las tropas italianas podían hostigar continuamente las posiciones enemigas situadas en las cotas superiores.
Además de su valor táctico, la cornisa contaba con hendiduras naturales en la roca que sirvieron como refugio contra el fuego enemigo, como viviendas improvisadas para los soldados y como depósitos de munición y víveres. Caminar hoy por esta cornisa es adentrarse en un auténtico museo viviente de la Gran Guerra, un escenario tan impresionante por su historia como por la belleza salvaje del entorno que lo envuelve.
Regresamos a la salida de la Galería y continuamos por la repisa ahora en la dirección contraria.
Se desciende sin especial problema en busca de una canal pedregosa,
Acometemos un corto repecho que nos lleva hasta el último de los túneles excavados por el ejercito italiano
Al otro lado del túnel continuamos por un descenso bastante empinado ayudados por el omnipresente cable.
Delante nuestra ya tenemos el Paso di Falzarego.
402 y por el que descenderemos tranquilamente al Passo Falzarego donde tenemos nuestro vehículo
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