Circular a los valles de Remuñe y Literola (Intento fallido al Perdiguero)

 Recorrido exigente el planteado con ascensión al Perdiguero en circular con ascenso por el valle de Remuñe  y descenso por Literola. El problema surgió cuando al atacar el ascenso propiamente dicho al Perdiguero un fortísimo viento y un ambiente muy frío nos hicieron tomar la decisión de no llegar a la cumbre.

Hemos hecho este recorrido en modo travesía dejando un vehículo en la entrada del valle de Remuñe y otro en el de Literola.  De esta manera evitamos 3 kilómetros de carretera que sería lo que habría que añadir al recorrido si lo pensáis hacer de forma circular.

 

 

DATOS DEL RECORRIDO

  • Inicio del recorrido: Carretera a Hospital de Benasque junto a puente Remuñe (Huesca)
  • Fin del recorrido: Carretera a Hospital de Benasque junto a puente Literola
  • Distancia total:  14 kilómetros
  • Desnivel acumulado de subida:1.250  metros.
  • Desnivel acumulado de bajada: 1.450 metros.
  • Fecha de realización de la ruta: Julio 2021
  • Época recomendada: Meses de verano
  • ¿Recomendable para niños?: No
  • Puntos de agua en el recorrido No.
  • Dificultad del recorrido: MODERADA
  • Track: Pedidlo por email a losdelasclaras@gmail.com

Comienzamos el recorrido en la carretera A-139  que desde Benasque, sube a los llanos del Hospital y aproximadamente a unos 15 kilómetros desde Benasque, hallaremos el camino señalizado al valle de Remuñé.

 

Una estrecha senda comienza ascendiendo en fuerte pendiente algo alejado del cauce del Remuñe   por un bonito bosque de pino negro. El ascenso se suaviza algo y seguimos progresando entre prados poblados de pinos, 

 

El sendero se acerca progresivamente al cauce del río Remuñé, 

Ya tenemos a la vista el cauce del Remuñe  para continuar paralelo a sus aguas y siempre por la misma margen, asciende muy suavemente a través del encajonado valle glaciar.

 

Poco a poco, el bosque se irá quedando abajo y el sendero entre zonas herbosas donde aflora el granito,

Alcanzamos  la Pleta d’es Capellans (2.054 m) donde se nos abren dos opciones:

La primera opción es seguir valle arriba siempre pegados al río por esta margen izquierda.

La segunda opción (que nosotros elegiremos), es cruzando el río por un puente de madera y ascendiendo por la izquierda de esa pequeña peña que venos en el centro de la foto llegar hasta los ibones de Remuñe.

El ascenso culmina en el Ibón de Remuñe (2.220 m.)

Desde la parte alta vemos este bonito ibón. Las paredes de las tucas de Remuñe, la Estibeta de Literola y de Aigües Passes,  separan este ibón del vecino valle de Literola por el que luego descenderemos.

Tras alcanzar un collado donde dejamos atrás el ibón, continuamos por un terreno llano o en ligero descenso

Aparece  ante nosotros el  ibonet de Remuñe (2.210 m) hacia el que descendemos

Desde el Ibonet de Remuñe, vamos a descender nuevamente al valle, concretamente a la Pleta de Remuñe, enlazando con la opción de ascenso habitual.

Alcanzamos la Pleta de Remuñe y seguimos pegados al torrente.  Aquí se nos presentan dos opciones nuevamente:

La primera es adentrarse en la pequeña garganta, pegados al río.

La segunda que tomaremos nosotros:  ascender por la izquierda del valle, ganando bastante altura sobre este. 

Esta opción que tomamos considero que es la menos recomendable porque luego hay que atravesar una zona de bloques algo incómoda de recorrer.

Un vistazo hacia esta espectacular Pleta de Remuñe.

Vamos ganando altura sobre el valle y podemos observar claramente el recorrido que hemos realizado desde el Ibón de Remuñe.


 Como os he dicho una vez superado un fuerte repecho entramos en una zona muy caótica de grandes bloques que hacen que no sea muy recomendable esta opción.


 

Vamos muy por encima del fondo del valle, donde vemos la Pleta d'el Arenals (por donde va el recorrido habitual).

Tras ese incómodo tramo, enlazamos con el sendero habitual que asciende del fondo del valle. Lo seguimos unos metros hasta alcanzar una pequeña planicie donde se encuentra el Ibonet des Arenals (2.450 m.)

Aquí comienza un tramo de dura ascensión por un enorme canchal de bloques graníticos. El sendero se desdibuja y hemos de fijarnos bien en las  marcas rojas y los providenciales hitos que nos conducen a través de la inclinada ladera, hasta entrar en el valle glaciar  conocido como Aigüeta de Remuñé (2.530 m.) donde encontramos un pequeño ibón.


 
Desde este pequeño valle glaciar, el itinerario continúa ascendiendo entre bloques graníticos por la ladera que cierra este pequeño valle a su derecha.  Este tramo no entraña dificultad solo que habrá que estar atentos a los hitos porque el camino se desdibuja puntualmente en algún punto entre tanto bloque granítico

Alcanzamos la parte alta y dejamos atrás esta  "pequeña pesadilla" de bloques.

Tras este tramo ya podremos divisar el cercano collado del  Portal de Remuñe.

Alcanzamos el  Portal de Remuñé (2.825 m.) desde donde damos vista por primera vez al Perdiguero.

Recorremos en llano una zona de pequeños ibones, dirigiendonos hacia la base de la enorme cumbre del Perdiguero.

Damos vista al espectacular Ibón Blanco de Lliterola.

Ahora toca  descender unos 80 metros de desnivel para alcanzar la cuenca del ibón Blanco de Lliterola. Para ello, continuo siguiendo los hitos que a través de una vaguada rocosa  que nos deposita en la cuenca del ibón Blanco de Lliterola (2.740 m.), justo en las faldas del Perdiguero. 


 
Alcanzamos la orilla del ibón y cruzamos el desagüe del ibón para situarnos en su margen derecha.

Comenzamos a ascender en fuerte pendiente por la vertiente este de la mole de Perdiguero.

 

Seguimos los numerosos hitos que nos llevaran a ascender un primer tramo donde conectaremos con la senda que viene de la ruta al Perdiguero por el Valle de Literola (2.890 m.)


Aquí hemos de afrontar la gran dureza de esta cumbre.  Una enorme ladera de bloques de granito enormes y algo incómoda de avanzar.  Entre que el viento es fortísimo y la gente que encontramos ya descendiendo nos dice que está bastante insoportable de frío y viento en la cumbre tomamos la decisión de no seguir ascendiendo y comenzar el descenso por el valle de Literola y tomarnos el día con más tranquilidad.   

Nos queda esta espina clavada para otra vez.

Dando vista al valle de Literola comenzamos el fuerte descenso en busca del ibón de Literola.

Para descender seguimos los numerosos hitos viendo como el terreno cada vez se pone más empinado.


Descendemos por una zona de enormes planchas graníticas muy empinadas pero con un grandísimo agarre, otra cosa sería bajar en mojado...

En este punto hemos de prestar atención y salirnos a la izquierda en una travesía horizontal (hay jitos y pintura roja que nos guían), ya que descender directamente es inviable porque el terreno se pone totalmente vertical.


 Ya habiendo superado el tramo más vertical donde incluso hay que usar algo las manos, afrontamos otra enorme zona de bloques hasta alcanzar el ibón.

Llegamos al precioso Ibón de Literola (2.475 m.)


Rodeamos el ibón por su izquierda, y luego ascendemos ligeramente hasta un pequeño hombro para salvar el estrecho desagüe de este ibón.


Tras este corto repecho (2.500 m.)  tenemos estas espectaculares vistas sobre el ibón.

Toca ahora descender por un estrecho pasillo por encima de una angostura donde hemos de hacer un pequeño destrepe.


El valle ahora se abre mucho e iremos perdiendo altura por suaves relieves herbosos, siguiendo la margen izquierda del Barranco de Literola


Alcanzamos este pequeño ibón (2.180 m.)

Sitio perfecto para descansar y refrescar las piernas.


Seguimos el descenso paralelo al río que desciende por bonitos saltos de agua.


Alcanzamos la parte más amplia del valle donde en su fondo vemos la Cabaña de Ubago.

 


Recorremos un tramo muy cómodo y prácticamente llano hasta alcanzar pleta de Llosero, aquí el sendero comienza a perder altura bruscamente para posteriormente adentrarse en el bosque.


Tras un tramo de descenso por el bosque con numerosas revueltas alcanzamos la carretera donde tenemos el otro vehículo muy próximo al puente sobre el Literola que aquí se precipita en una preciosa cascada.


1 comentario:

Eduardo Pardo dijo...

Hola Jonatan.

La verdad es que la circular en sí, es una pasada, ya subir al Perdiguero, hubiera sido la guinda del pastel, pero si no se dan las circunstancias, mejor no arriesgar, que las montañas ahí estarán.

Si me permites una pequeña crítica, yo en ningún tres mil he pasado calor y a varios integrantes del grupo, los he visto muy ligeros de ropa, creo que debéis ir mejor preparados, esto es alta montaña y si bien solo hacía frío en el ataque a cima, el clima en estos terrenos, cambia en cuestión de minutos.

Salud y montaña.