Este
recorrido es la continuación del reportaje anterior donde llegamos a
Jermoso, ya que hicimos noche en el refugio, desde las proximidades del
Puerto de Pandetrave y de camino hicimos la ascensión a la Padiorna.
El reportaje lo podéis ver en este enlace: La Padiorna y Refugio Collado Jermoso
Hoy nos toca volver a nuestros vehículos, como tenemos varios, unos los dejamos en Cordiñanes y luego iríamos a buscar a los del día anterior en Pandetrave. Aprovechando más el día planeamos subir a la Palanca, una cumbre bastante asequible y que tiene unas vistas impresionantes sobre todo el Macizo Central.
DATOS DEL RECORRIDO
- Inicio del recorrido: Refugio de Collado Jermoso.
- Fin del recorrido: Cordiñanes
- Fecha de realización de la ruta: Agosto 2021
- Tiempo total: 8 horas con paradas
- Distancia total: 11 kilómetros
- Desnivel acumulado de subida: 600 metros.
- Desnivel acumulado de bajada: 1.800 metros.
- Altura máxima: 2.609 m. (Pico la Padiorna)
- Altura mínima: 850 m. (Cordiñanes)
- Época recomendada: Meses de verano
- Puntos de agua en el recorrido:
- Refugio Collado Jermoso
- Cordiñanes
- ¿Recomendable para niños?: NO
- Dificultad del recorrido: MEDIA/ALTA :En la ascensión a la Torre de la Palanca encontraremos un resalte de unos 7 u 8 metros de altura de Grado I+ o II- pero que
puede dar problemas a aquellos que no estén muy sueltos en esto de
trepar, en especial en el descenso.
El inicio del descenso por Argayo Congosto tiene una gran pendiente y el terreno está muy roto: atención a posibles resbalones y sobre todo cuidado para evitar tirar piedras a los que están por debajo de ti (este tramo se puede evitar
Salimos del refugio por el marcado camino que se dirige a las Colladinas para a los pocos metros tomar una desviación a nuestra izquierda que marca el ascenso al Llambrión.
El primer tramo compartimos este sendero perfectamente marcado con jitos.
El ascenso es constante mientras dejamos a nuestras espaldas el Refugio de Jermoso aún envuelto en jirones de niebla.
Tras una pequeña trepada, apenas hay que usar las manos, llegamos al Jou del Llambrión, lo identificamos por un ínfimo tramo herboso. Aquí nos separamos del recorrido que nos sube al Llambrión señalizado con marcas amarillas y nos tiramos a la izquierda para ir arrimándonos a los murallones de la Torre de Delgado Úbeda. Ascendemos por terreno descompuesto y bien marcado con numerosos jitos.
Pegados a la Torre Delgado Úbeda ascendemos por zonas con mucha piedra suelta (ojo con los compañeros que tengamos detrás) hasta llegar al punto más complicado de la ascensión. Un resalte de unos 7 u 8 metros de altura de Grado I+ o II- pero que puede dar problemas a aquellos que no estén muy sueltos en esto de trepar, en especial cuando bajemos.
Por suerte no hay patio y por tanto solo es buscar con tranquilidad los buenos agarres que tiene el canalizo marcado por el que salvaremos el resalte.
Foto cedida por Cienfuegos (Caleyando con Cienfuegos)
Ya superado el resalte nos tomamos un respiro y alguno recupera el aliento tras su primera trepada en la montaña.
A partir de aquí solo nos resta seguir los hitos que nos llevan sin perdida alguna hasta la cumbre.
Tenemos aún que superar este tramo muy llamativo y un poco vertical, pero que se pasa sin problemas por una preciosa vira.
Solo nos queda disfrutar de las inmejorables vistas que nos ofrece el entorno.
Últimos metros para llegar a la cumbre....
Cumbre de la Torre de la Palanca (2.609 m.)... Las vistas sencillamente increíbles. Hacia la zona de Torrecerredo:
Hacia el noreste desde el Urriello hasta Peña Vieja.
Nos acercamos a una pequeña cumbre gemela desde donde podemos ver mejor la tremenda caída que tiene esta cumbre en su vertiente oriental.
Zona del Llambrión.
Tras un buen rato disfrutando de la cumbre, desandamos nuestro camino en bajada hasta volver al Refugio de Jermoso donde cogemos nuestras mochilas, nos tomamos una cerveza. Ahora toca el descenso hasta Cordiñanes.
Para ello desde el mismo refugio tomamos un marcado sendero que desciende vertiginosamente por una a la vista inaccesible canal que arranca desde el propio refugio: Se trata del Argayo Congosto.
El Argayo Congosto a pesar de ser un tramo marcado, incluso señalizado con las marcas del P.R. PNPE-16., es un tramo muy pendiente y muy inestable, con mucha roca suelta donde hay que tener mucha precaución.
Técnicamente no entraña ningún problema, solo algún pequeño destrepe sin mayor complicación.
La canal se hace menos angosta según vamos perdiendo altura.
Uno de los tramos de destrepe que tenemos que afrontar.
Llegados al punto que vemos en la foto (1.760 m.), hemos de abandonar el Argayo Congosto que se precipita a la Vega de Sotín para salir a la derecha por las denominadas Traviesas del Congosto.
Antes de llegar a las traviesas hemos de pasar esta pequeña llambria donde hay que tener algo de cuidado.
Comenzamos la Traviesa del Congosto con un pequeño repecho que nos alzara a un marcado "hombro".
Desde este punto vemos la totalidad de la traviesa, cruzada por un marcado sendero y que nos llevará hasta el Collado Solano.
Alcanzando el Collado Solano (1.617 M.)
En el colllado hacemos un giro de 90 grados para bajar por la Canal de Solano que desciende hasta la amplia Vega de Sotín.
Alcanzamos la Vega de Sotín (1.400 M.) un oasis verde en este mundo calizo. Aprovechamos a comer algo a la sombra de alguno de los grandes bloques de piedra que hay en el fondo de la vega.
Desde la Vega de Sotín seguimos nuestro descenso por la Cuesta Robequera hasta el punto donde cruzamos un impresionante canal de piedra.
Este impresionante fenómeno geológico se forma porque en esta cara del Friero se produce una fuerte acumulación de derrubios, estos materiales cuando quedan embebidos de agua y lodo se ponen en marcha ladera abajo formando una lengua como la que vemos en esta zona.
La fuerte pendiente de esta zona de Sotín hace que estas lenguas tengan una longitud de más de un kilómetro.
Esta concretamente se formó sobre el año 2.000 tras una fortísima tormenta
Seguimos descendiendo entrando en el bonito Hayedo de Sotín, patrimonio de la Humanidad desde 2017 dentro del bien ‘Hayedos primigenios de los Cárpatos y otras regiones de Europa’,
Después de tantas horas por el "desierto" calizo de la parte alta de Picos, es un auténtico disfrute este tramo.
Abandonamos el hayedo y nos salimos a la izquierda pegados a la ladera dejando el valle muy por debajo de nosotros.
Entramos en una zona muy vertical pero preciosa.
Atravesamos ahora uno de los tramos más espectaculares del día: Se trata del Paso de Alfredo un paso tallado en la roca y habilitado con algún que otro escalón.
Mucho cuidado si está mojado, ya que la roca está totalmente pulida, y aunque tiene anchura suficiente, un traspié y las consecuencias serían trágicas.
Tras este aéreo tramo seguimos la senda en busca del Canto la Rienda, una airosa horcado situado entre el llamativo Pico Castro (donde existe una zona de ferrata) a la derecha y El Porracho a su izda.
Alcanzado el Cantu la Rienda (1.020 m) vemos ya muy cerca Cordiñanes.
Pero aún no haremos el descenso directo, ya que un enorme cortado nos separa del fondo del valle.
Ascenderemos por un tramo que aquí se ha equipado con cadenas (para acceder a la vía ferrata cercana), este espectacular sendero tallado en la roca es conocido como la Rienda de la Sotín y se dirige hacia la base de la pared conocida como la Peña del Porracho.
Vemos hacia atrás este tramo tan espectacular.
Terminada la Rienda de Sotín descendemos por terreno vertical hasta entroncar con una pista que en unos cientos de metros nos lleva cómodamente hasta las primeras casas del pueblo de Cordiñanes donde tenemos nuestro vehículo.
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