El recorrido de hoy nos lleva a la cumbre de Cabeza Pandescura, una modesta elevación que, a pesar de su tamaño, ofrece unas espectaculares vistas sobre el Cornión, el Valle del Casaño y otras zonas aledañas.
Existen varias alternativas para ascender al Pandescura: desde el pueblo de Demués, más directa, o desde la zona de Canales, que es la ruta que realizamos hoy. Optamos hoy por solo acceder a la cumbre ,ideal para un día de invierno con pocas horas de luz. 🌞
Si queréis un recorrido más largo e intrincado, combinando la subida con el Valle del Casaño y la Canal de la Lucía, podéis consultar el reportaje completo en este enlace. https://losdelasclaras.blogspot.com/2023/04/cabeza-pandescura-y-foz-del-casano-por.html
El recorrido de subida es prácticamente toda por caminos bien marcados y en buen estado. La ascensión a la cumbre , no recomiendo realizarla por la cara norte, por la que accedimos nosotros, ya que es más abrupta y los últimos metros están muy cerrados de vegetación.
El recorrido comienza en la población de Canales, donde dejamos los vehículos. Continuamos por la carretera hacia La Molina y, en el punto donde la carretera comienza a descender hacia dicha población, tomamos una pista a la derecha que asciende junto a unas cuadras y algunos caseríos.
Avanzamos hasta un cruce de pistas, donde ignoramos la pista de la derecha y seguimos en suave ascenso hasta que la pista finaliza junto a una cabaña reformada.
Desde aquí comienza un ascenso más claro, que gira a la derecha en dirección oeste, subiendo por antiguas praderías empinadas.
El camino vuelve a girar a la izquierda, en busca de los collados que se observan en la foto: Collado de los Buitres a la derecha y Collado Pontigos de Allá a la izquierda.
Alcanzamos primero el Collado de los Buitres y continuamos hasta el Collado Pontigos de Allá, a 725 m de altura.
Desde este collado seguimos por sendero marcado en ligero ascenso, incorporándonos al PR-AS 74, la ruta señalizada de la Cabeza Pandeoscura, que parte desde Avín y nos guía hasta la cumbre
. Nos aproximamos a la Cabeza Dubia, siguiendo las marcas del PR, y cruzamos el cauce del Arroyo Dubia, que seguimos por el fondo del valle
Alcanzamos las camperas de la majada de Cueva Dubia. y desde ellas prosegimos la ascensión.
Desde las camperas de Cueva Dubia, el sendero continúa ganando altura de forma muy progresiva hasta alzarnos sobre la amplia Vega Redonda (790 m), una campera abierta situada al pie de la característica Cabeza Dubia.
A partir de este punto avanzamos prácticamente en llano, manteniéndonos paralelos a la línea cumbrera que culmina en la Cabeza Pandescura, nuestro objetivo de la jornada. Antes de esta cumbre sobresale la llamativa silueta del Porru Salón, visible en todo momento hacia la parte superior del cordal.
Durante este tramo vamos dejando a nuestra derecha la extensa pradería de la Veguina Gustoméu, donde aún se conservan restos dispersos de antiguas cabañas ya en ruinas. El sendero se mantiene claro y bien marcado
Desde la Vega Redonda comenzamos a ganar altura por terreno despejado, situándonos bajo los paredones del Porru Salón, que dominan visualmente todo el sector.
El sendero remonta con decisión hasta alcanzar el precioso Collado Jorcadellín (873 m), encajado entre la Cabeza Pandescura y el propio Porru Salón, y donde aún se conservan los restos de una antigua cabaña.
En este punto acometemos la ascensión por la vertiente norte (flechas rojas), itinerario por el que ya habíamos subido en otra ocasión y que recordábamos como un ascenso entretenido, con un paso característico por una vira herbosa que discurre bajo el paredón de la peña, realmente vistoso y bien definido.
Sin embargo, tras superar dicha vira, el tramo superior se encuentra actualmente muy cerrado de vegetación, bastante más que en nuestra visita anterior. Debido a este estado, no recomendamos realizar la subida por esta vertiente, siendo preferible optar por la ascensión más sencilla y clara por la cara sur, que es la que presenta un sendero bien marcado.
Dejando atrás el Collado Jorcadellín, iniciamos el recorrido por la vira herbosa que se desarrolla bajo los imponentes farallones de la vertiente septentrional del Pandescura.
Este tramo, estrecho pero evidente, permite flanquear la base de la peña
Superada la vira, acometemos los últimos metros de ascenso, donde la vegetación cerrada y la caliza fracturada complican la progresión y obligan a avanzar con atención. En la foto puede apreciarse este tramo final previo a la salida a la cima.
Alcanzamos la cumbre del Cabeza Pandescura (1.004 m), coronada por un buzón de cumbres muy característico. Desde este punto, el dominio visual es amplio y nítido en todas las direcciones:
🔭 Hacia el este, se abre el valle del Casaño, con las cumbres del Jascal y Llerosos elevándose al fondo.
🔭 Hacia el sur, preside el horizonte el siempre imponente Macizo del Cornión, cuya mole caliza domina buena parte del paisaje.
. Al alcanzar la zona de praderías, giramos hacia el norte para atravesar la amplia plataforma herbosa conocida como Llanu la Raposiega 🌿.
Un vistazo atrás permite apreciar nuevamente la silueta del Cabeza Pandescura, ya claramente destacada sobre la línea del cordal.
En este tramo obviamos unas marcas pertenecientes a un sendero señalizado por el Ayuntamiento de Onís, que desciende hacia Demúes, y continuamos en suave descenso hacia el NE, por praderas abiertas sin un sendero definido pero de orientación sencilla.
Vamos dejando a nuestra derecha la zona por la que ascendimos por la mañana, pegados a cumbres como Cabeza Dubia, claramente visible en la foto.
El descenso nos guía hasta la Vega la Juracada (780 m), situada a los pies de unos pequeños picachos calizos conocidos como los Piquinos de la Juracada. En este punto aparece un bonito arco natural de roca, una curiosa formación que da nombre a estos topónimos y que se ha convertido en uno de los detalles más llamativos del recorrido.
En la zona aún se aprecian restos de una antigua majada, huellas de la actividad pastoril que tiempo atrás ocupó estas laderas.
Desde la Vega la Juracada giramos en dirección E–SE, enlazando pequeños senderos de ganado que avanzan en continuos sube y baja. En este tramo el camino se pierde entre la vegetación, aunque se supera sin excesiva dificultad… eso sí, dejando huella en nuestras pantorrillas. Tras cruzar un par de riegas, estas sendas nos van llevando de manera natural hacia el Colláu Pontigos d’Allá, punto por el que ya pasamos esta mañana durante el ascenso.
En este collado tenemos la opción de descender a Canales por donde subimos esta mañana, o dar un pequeño rodeo, que fue la opción que tomamos nosotros. Para ello, desde el cercano Collado del Buitre, en lugar de iniciar el descenso seguimos en ligero ascenso en dirección norte para alcanzar el Colláu Beranzanas (747 m) y el amplio Prau Beranzanas, que cruzamos en su totalidad.
A continuación comienza un descenso por una zona con mucha cotolla, aunque con sendero marcado. Todo parece indicar que el descenso concluye en una pista que muere en Cuevaoscura, una impresionante cueva natural donde los queseros de la zona maduran el sabroso y prestigioso Queso Gamonéu.
No obstante, y aunque nosotros bajamos a ver la cueva, no es necesario llegar hasta ella; hay que continuar a media ladera, siguiendo el sendero que discurre por este terreno de cotoyas en dirección este.
Finalmente alcanzamos una pista que nos lleva al oxidado castillete minero de Mina Delfina (Minas de Alda / La Minona) ⛏️.
Esta histórica explotación de cobre
se remonta a época romana, con actividad organizada desde el siglo XIX
hasta su cierre definitivo en 1958. Durante décadas, la mina extrajo
cobre y minerales secundarios de vetas inclinadas en calizas del entorno
de los Picos de Europa.
Hoy aún se conserva el castillete, tolvas y restos de cargadero,
vestigios visibles del pasado minero, testimonio del patrimonio
industrial de Cabrales.
Desde la mina, continuamos por la pista hasta alcanzar el pueblo de Canales y cerrar el recorrido




































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