Día 6 (CHIAPAS) SELVA LACANDONA: TEMPLOS DE YAXCHILÁN Y BONAMPAK
Sexto día de nuesto viaje a Chiapas donde visitaremos los templos de Yaxchilán y Bonampak situados en la selva Lacandona.
RESTO DEL VIAJE:
Hoy vamos a hacer una excursión a la selva Lacandona donde visitaremos dos ruinas mayas situadas en medio de ellas. Esta excursión mucha gente la complementa con una noche en alguno de los alojamientos situados en ella y al día siguiente una caminata por la selva. Nos pareció una turistada, te lo venden como dormir en la selva pero son alojamientos muy preparados para el turista y el paseo por la selva no nos atraía nada.
Deciros que para esta visita tenemos que hacer muchas y horas en vehículo por lo que se puede hacer algo pesado, pero creo que la visita a estos templos bien merece la pena. A tener muy en cuenta llevar un protector contra mosquitos porque literalmente te comen vivo, ideal pantalón y camiseta larga y esta no muy fina porque a mí me traspasaron la espalda.
Si nos preguntáis si vale la pena la visita. Sin lugar a duda os diría que si en especial por las ruinas de Yaxchilán perdidas en medio de la selva les da una belleza única, esto además hay que unirlo a que son pocos los que hacen esta visita por lo que no existe ninguna aglomeración como si sucede en otros emplazamientos mayas.
Nos recogen de madrugada en nuestros hoteles de Palenque y haremos una parada para desayunar a mitad de camino que suele ir incluida en el precio de la excursión, luego nos dirigimos a la población de Frontera Corozal ubicada en la rivera del Río Usumacinta en la Frontera entre Guatemala y México , siendo un paso habitual para mochileros entre los dos países. Si hubiéramos tenido más días nos hubiera gustado entrar en Guatemala para visitar Tikal, pero no daba tiempo a todo.
La primera visita que hay que hacer desde Corozal son las ruinas de Yaxchilán, situadas en medio de la selva en un amplio meandro del Usumacinta. Para llegar hasta ella solo se puede realizar en barca por ello nos dirigimos al embarcadero de Corozal.
Nos restan 45 minutos río abajo para llegar hasta las ruinas
Observamos la vida rural de la zona de Guatemala, aunque la mayor parte del recorrido es solo selva lo que observaremos.
Llegamos al embarcadero que nos da acceso a Yaxchilán. Os muestro aquí un plano de estas ruinas.
Allí hemos de comenzar a caminar ya que los templos están algo alejados del embarcadero, nos vamos a dirigir primero hacia La Gran Plaza
Si tenemos la suerte como nosotros de ser los primeros en llegar y ponernos a caminar rápido, la sensación de atravesar la selva y encontrarnos en medio de ella a estos templos nos dan una sensación de antiguos aventureros que pocas veces hemos sentido. La verdad es que las primeras imágenes que son estas siempre quedarán grabadas en nuestras retinas.
El primer edificio que nos encontramos es el conocido como el Laberinto. Se encuentra en el borde occidental de la Gran Plaza. La estructura es un templo con habitaciones repartidas en tres niveles, conectados por escaleras interiores,.
Se puede acceder a la Gran plaza por las habitaciones interiores (llenas de murciélagos por cierto), o hacerlo como nosotros por la parte superior del edificio
La Gran plaza desde la parte superior del Laberinto.
Vemos la La fachada del templo que da a la Gran Plaza, esta tiene cuatro puertas, con tres nichos entre ellas del tamaño de una puerta.
Dejamos atrás el Laberinto y recorreremos la Gran Plaza centro del yacimiento arqueológico, en el que se ubican las estructuras o edificios más importantes.
Juego de Pelota en la Gran plaza
Recorremos los edificios situados en el extremo nororiental de la plaza
Yaxchilán es especialmente conocido por sus dinteles de piedra esculpidos en buen estado de conservación establecidos por encima de las puertas de las estructuras principales. Estos dinteles, junto con las estelas erigidas ante los principales edificios, contienen textos jeroglíficos que describen la historia dinástica de la ciudad.
También encontraremos varias estelas muy bien conservadas.
Nos vamos a visitar los edificios del extremo sur de la plaza que se encuentran varios metres sobre ella.
. Una escalera monumental conduce de la Gran Plaza a la Gran Acrópolis que subiremos.
Edificio 33 de la Gran Acrópolis, ha sido descrito como una obra de arte en piedra fue dedicado en el año 756 por Pájaro Jaguar IV. La estructura se levanta sobre una colina a 40 metros sobre el nivel de la Gran Plaza teniendo vista al río y habría sido importante para el tráfico fluvial en el siglo VIII, hay
El techo de la estructura está en gran parte intacto, incluye un techo abovedado que soporta un friso y una crestería bien conservada. Hay nichos en ambas partes de la crestería y los frisos, los nichos en la crestería contienen los restos de una figura esculpida. En ambas secciones del techo una vez estuvieron decorados con estuco.
Construido sobre un montículo con una escalera en la parte frontal de los cuales el escalón más alto está esculpido, este escalón es conocido como la Escalera Jeroglífica
frente a la puerta central, en un nicho contiene la escultura sin cabeza de una figura humana, probablemente el mismo Pájaro Jaguar IV.
Vemos el otro extremo del edificio 33. Aquí tuvimos la suerte de ver un colibrí.
Seguimos la visita por un sendero que se adentra en la selva y se dirige a la Pequeña Acrópolis
Pequeña Acrópolis. Tuvimos la gran suerte de estar solos disfrutando de este precioso conjunto monumental, donde la soledad y tranquilidad solo era interrumpida por los estruendosos aullidos de los Monos Aulladores.
e conoce también con el nombre de Acrópolis Oeste. Este conjunto se localiza en el extremo poniente del sitio sobre una colina natural elevada 50 m de altura respecto al nivel de la Gran Plaza.
El conjunto funciona con base en dos plazas, la Plaza Central con una elevación mayor que la Plaza Oeste y sus alrededores en los cuales se distribuyen los edificios
De la pequeña Acrópolis descenderemos por la selva a través de un sendero que nos llevara a la entrada del recinto junto al embarcadero. Allí regresaremos aguas arriba hacia Frontera Corozal.
Ya es mediodía y el calor hace que los cocodrilos salgan a la orilla.
Tras parar a comer en Corozal (incluido tambien en el tour) nos dirigimos al emplazamiento de Bonampak
Bonampak es un yacimiento que está situado en medio de una densa selva. Para acceder a las ruinas tuvimos que cambiar de furgoneta para que un lacandón nos llevara hasta las ruinas.
Aquí no encontraremos conjutnos de edificio sino mas bien una gran escalera de piedra donde se ubican los diferentes edificios que aún conserva este recinto.
Bonampak es conocida por el Templo de las Pinturas, de donde recibe el nombre y que se ha convertido en la principal atracción del lugar.
El Templo de las Pinturas tiene 3 salas a las que se puede acceder únicamente unos minutos y solo de 3 en 3 personas, además de dejando mochilas y bolsos fuera.
Ascendemos hasta la parte superior de la escalinata para ver los edificios que nos restan.
Antes de bajar merece la pena sentarte en la parte superior de la escalinata y dedicar unos minutos a disfrutar de la increíble ubicación de Bonampak, rodeada de selva.
Nos queda un largo camino de regreso hasta Palenque. El día es cansado por el calor la humedad, los mosquitos y el largo recorrido en coche, pero creemos que merece mucho la pena. Es cierto que no son ruinas tan espectaculares como otras que visitaremos en México. Pero su ubicación en medio de la selva, donde los edificios han sido devorados por ella y la escasa afluencia de turistas hacen que haya sido una de las experiencias más bonitas de este viaje.
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